FIN DEL DINERO EN EFECTIVO EN CHILE Y LATINOAMÉRICA

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Por: Pablo Pereyra Portugal, Chief Revenue Officer de 2innovate

El uso de efectivo en Chile bajó un 77% desde la pandemia, según dio a conocer estudio X su informe de medios de pagos de Minsait Payment. Es tal su impacto que hace un par de semanas el ex presidente del Banco Central, José De Gregorio, planteó que sería positivo que se elimine este medio de pago y así reducir los grados de informalidad. 

A medida que nuestro mundo se hace cada vez menos dependiente del efectivo, pero más digital y tecnológico, el dinero circula a través de sistemas más avanzados que nunca. Los métodos bancarios tradicionales van quedando obsoletos a medida que evolucionamos hacia nuevos ámbitos con potencial financiero. Las transacciones digitales, como pagos entre particulares (P2P) y las billeteras móviles, han hecho que los movimientos de dinero sean más rápidos, sencillos y seguros. La digitalización de las transacciones financieras está impulsando una rápida expansión hacia la economía sin efectivo, permitiendo a los clientes realizar operaciones financieras con confianza sin necesidad de dinero en físico o productos bancarios convencionales.

Al desvincular las transacciones del core bancario, los bancos son capaces de crear experiencias más eficientes para los clientes. Además, les permite ofrecer servicios y productos más personalizados a través de interfaces de programación de aplicaciones (API), lo que facilita la integración con servicios de terceros que pueden agilizar las transacciones digitales. Hoy en día, los bancos pueden ofrecer a sus clientes nuevas opciones de pago más personalizadas, como los pagos sin contacto, las billeteras digitales, la tecnología de blockchain e incluso la autenticación biométrica. 

Las entidades financieras son cada vez más conscientes de que la clave para sobrevivir en una economía sin efectivo es su capacidad para adaptarse y crecer en el nuevo espacio digital, ofreciendo a los clientes opciones seguras que satisfagan sus necesidades y, al mismo tiempo, sentando las bases de un modelo bancario escalable. Por lo tanto, los bancos deben estar dispuestos a invertir en avances tecnológicos e infraestructura digital. Deben adoptar un enfoque ágil en sus modelos de negocio, aprovechando las últimas tecnologías y plataformas disponibles. Esto les permitirá crear experiencias fluidas para sus clientes y, al mismo tiempo, aumentar la eficiencia operativa y simplificar los procesos que facilitan un crecimiento escalable.

Es por ello que cada vez más organizaciones están optando por plataformas de procesamiento de transacciones digitales como Frame Banking™. Al ser una plataforma SaaS nativa en la nube, ofrece funcionalidades sin riesgo y preparadas para el futuro, que permiten a los proveedores de servicios financieros acelerar su transformación digital. Es una oportunidad para hacer las cosas de una manera diferente, para convertirse en pioneros de una experiencia bancaria moderna que garantice la agilidad, la escalabilidad, la seguridad y la rentabilidad.