Por Cristián Martínez, Fundador de Crece Inmobiliario
La vivienda es una necesidad básica que debe ser cubierta en todo momento. Aunque todos buscamos aumentar nuestra riqueza y patrimonio, la vivienda es una necesidad prioritaria. En la actualidad, la población mundial continúa creciendo a un ritmo acelerado, mientras que la construcción de propiedades no logra mantener el mismo ritmo para satisfacer la explosión demográfica.
Podríamos decir que, casi como una ley, la demanda de alimentos, vestimenta y vivienda siempre será alta. Sin embargo, esta última presenta una diferencia significativa en comparación con las otras dos, ya que es un apartado de acceso más complejo, al requerir de una inversión considerable para el bolsillo y que no se realiza de la noche a la mañana. En muchos casos, las personas no pueden comprar una casa propia a lo largo de toda su vida, o alcanzan a adquirir solo una.
Debido a la escasez de propiedades y la necesidad de calificar con instituciones financieras para obtener el dinero necesario, aquellos que tienen la capacidad de ofrecer viviendas a otros obtienen beneficios económicos. Por esto, la vivienda se ha transformado en un activo altamente rentable y de bajo riesgo para quienes buscan activos de inversión, tanto en Chile como en todo el mundo, ya que siempre habrá una demanda constante hacia las propiedades.
En el contexto local, existe un déficit de 600 mil viviendas, y se estima que en los próximos 2 o 3 años, según informes de la Cámara Chilena de la Construcción, este déficit aumentará a 1 millón de viviendas. Esto significa que estamos en un escenario donde la demanda supera a la oferta, lo que provoca un aumento en los precios de las viviendas. Aquellos que tienen la capacidad de comprar o que ya poseen viviendas, tienen buenas oportunidades de obtener rendimientos positivos en su cartera de inversiones.
En la actualidad, los departamentos son una de las mejores alternativas de inversión. Por un lado, se paga por menos metros cuadrados y, aunque los inquilinos pueden cambiar con más frecuencia, esto también permite un mayor control por parte de la comunidad de propietarios, evitando que los arrendatarios puedan hacer y deshacer en la propiedad. Además, generalmente son habitados por personas solteras o parejas, lo que implica que el desgaste del inmueble es menor, ya que las familias numerosas suelen preferir vivir en casas.
Hace 15 años, hubo un auge en los departamentos tipo estudio, que eran prácticamente habitaciones de hotel. Sin embargo, después de la pandemia, se ha vuelto necesario contar con más de una habitación. Si una pareja vive en la propiedad, se necesitan más espacios, por lo que se recomiendan departamentos de 1,5 dormitorios o más, preferiblemente cerca de buenas conexiones viales, servicios y centros comerciales.
Las propiedades son necesidades básicas que siempre deben ser cubiertas, a diferencia de otros activos de inversión. Por ejemplo, las criptomonedas se consideran activos para personas con experiencia en otros ítems de inversión y cuando las necesidades de vivienda y alimentación ya están satisfechas. Además, la volatilidad de este mercado limita su acceso a un grupo reducido de personas.
La demanda de viviendas siempre es alta. En Chile, en los últimos 10 años, el aumento del valor de las propiedades ha sido del 11% anual, mientras que en Estados Unidos ha sido del 13%. A nivel mundial, las propiedades continúan generando plusvalía a largo plazo y con bajo riesgo, ya que tener un techo sobre nuestras cabezas es una necesidad humana básica.
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