Durante nuestros viajes invernales, el frío extremo, la humedad y la sal pueden afectar componentes vitales del vehículo.
Las vacaciones de invierno terminaron y, poco a poco, hemos regresado a nuestras actividades laborales. Atrás quedaron aquellos inolvidables momentos en la montaña, el campo o el mar. Ahora, es el momento adecuado para hacer una pausa y prestar atención a uno de los compañeros más leales de nuestras aventuras invernales: el automóvil.
Expertos de Salfa destacan la importancia de revisar y mantener nuestro vehículo en óptimas condiciones después de las vacaciones. Claramente estas mantenciones terminarán beneficiándonos en el futuro.
Detectar problemas a tiempo
El frío extremo, la humedad, el barro y la sal pueden afectar negativamente a componentes vitales del vehículo. Por eso, realizar una revisión minuciosa permitirá detectar posibles problemas mecánicos en etapas tempranas.
“Si las vacaciones de invierno fueron al campo o la montaña, se recomienda realizar una inspección ocular para verificar el estado del vehículo. Es esencial revisar los niveles de fluidos, ya que puede existir posible pérdida de refrigerante, líquido de frenos y dirección hidráulica. Además, siempre hay que chequear frenos, luces y el aire de los neumáticos. Esto no quita que el vehículo deba ser revisado según las pautas establecidas por el fabricante, tanto por kilometraje como por tiempo de uso”, destaca Camila Miranda, Jefa Comercial Post Venta Salfa.
En tanto, la humedad de las zonas de costa puede acabar ocasionando problemas con el alternador, el motor de arranque, pero también la correa o los latiguillos de los frenos, incidiendo en que se deterioren más rápido.
Asimismo, la limpieza en profundidad es una de las revisiones más evidentes, especialmente si utilizamos el auto para ir a la playa. Los granos de arena pueden afectar a los componentes interiores del vehículo, la pintura exterior, los cristales e incluso a los faros.
“Por ello, se sugiere limpiar el vehículo en profundidad y a la brevedad posible al regreso de las vacaciones, utilizando un aspirador potente para eliminar la arena, y en caso de lavado exterior quitar dichas partículas antes de echar agua, para evitar rayas en la carrocería”, complementa Camila Miranda de Salfa.
Al abordar estos problemas a tiempo, evitamos que se conviertan en reparaciones costosas en el futuro.
Mantenimiento preventivo
La revisión de nuestro auto después de las vacaciones de invierno también ofrece una buena oportunidad para realizar el mantenimiento preventivo necesario. Esto incluye cambiar el aceite, revisar los niveles de líquidos, verificar el sistema de enfriamiento y limpiar cualquier residuo de sal y suciedad acumulado durante los meses invernales.
“Siempre es recomendable realizar la mantención por kilometraje correspondiente. Cada marca tiene su libro de garantía con las mantenciones que se deben hacer al vehículo para mantenerlo en perfecto estado y con su garantía de fábrica vigente. Se sugiere realizar como mínimo un ingreso al año al servicio técnico oficial”, agrega el especialista.
Al llevar a cabo estas tareas, prolongamos la vida útil de nuestro vehículo y aseguramos un rendimiento óptimo durante el resto del año. Un automóvil bien mantenido aumenta la seguridad, minimiza el riesgo de accidentes y protege a nuestros seres queridos y a nosotros mismos.