La logística, una vez relegada a un segundo plano, emerge ahora como uno de los pilares fundamentales en la cadena de valor, impulsada por el crecimiento exponencial del comercio nacional e internacional.
Hace más de una década, en una conversación informal durante un encuentro entre amigos, surgió una visión innovadora: el mundo de la logística internacional, que por entonces se regía principalmente por métodos análogos y carecía de tecnificación, se encontraba en un estado de anacronismo aún más pronunciado que otros sectores industriales, como la construcción. Este revelador momento marcó el comienzo de una profunda reflexión acerca de la urgente necesidad de digitalizar este ámbito. Aunque KLog había nacido en 2012, su incursión en la digitalización no se planificó hasta 2018, y un año después (2019) se gestó la plataforma.
Hace apenas siete años, en una charla informal durante un asado, dos amigos vislumbraron un escenario revelador: la logística internacional, hasta entonces una industria mayormente análoga y poco tecnificada, superaba en su anacronismo incluso a sectores como la construcción. Esta epifanía marcó el inicio de una reflexión profunda sobre la necesidad de digitalización en este ámbito.
Janan Knust, fundador y CEO de KLog.co, la principal compañía tecnológica para el transporte internacional de carga en Latinoamérica, reflexiona sobre ese momento: “Si bien anticipábamos la creciente importancia del e-commerce y la logística, la pandemia aceleró este proceso de manera sorprendente”.
En palabras del ejecutivo, “para cualquier empresa que se dedique a importar o exportar, el desafío se inicia cuando el producto está en sus manos y se dispone a comercializarlo. Hasta hace poco, el proceso detrás de este escenario era desconocido para muchos”. Knust compara esta situación con el papel higiénico: “La logística es invisible cuando funciona, y su ausencia desencadena problemas reales”.
Los Desafíos Resueltos por la Logística
Knust destaca tres principales desafíos resueltos por la logística, donde el primero, representando el 70 por ciento, se soluciona mediante un seguimiento automatizado con datos precisos y actualizados.
“La posibilidad de rastrear en tiempo real la ubicación de los productos a través de un número de pedido es ahora una realidad. Esta herramienta, antes impensable, elimina el costo de energía y horas hombre que solía implicar consultar de forma manual a navieras y aduanas, proporcionando información certera al vendedor o comprador que cuente con nuestro software”, afirma.
El segundo desafío, equivalente al 20 por ciento y radica en la engorrosa coordinación entre los múltiples eslabones logísticos. “La logística implica coordinar una amplia gama de actores para gestionar correctamente la cadena de suministro, desde navieras multinacionales hasta camioneros locales, asegurando una comunicación efectiva y adaptada a cada contexto”, explica el fundador y CEO de KLog.
El restante 10 por ciento se vincula con la lectura digital de documentos, donde gracias a distintas integraciones con el software de KLog, la Inteligencia Artificial transforma archivos PDF, Excel o imágenes en datos dentro de la plataforma, agilizando y minimizando errores en el proceso.
El Papel del Talento Humano en la Era Digital
Frente a la incertidumbre sobre la irrupción de la tecnología y la Inteligencia Artificial en el mercado laboral, Knust sostiene que “la tecnología permite que los talentos se enfoquen en áreas de mayor valor para las empresas, liberándolos de tareas manuales que pueden ser automatizadas”.
El ejecutivo enfatiza que esta transición es beneficiosa en todos los aspectos, desde lo humano y personal hasta lo financiero. “El talento humano seguirá siendo imprescindible. Es fundamental mantener una visión abierta, pensamiento crítico y una afinidad por lo digital y la tecnología”, añade.
El Futuro Digital de la Logística
A pesar de los avances recientes, la industria logística aún tiene un vasto terreno por explorar. “Adoptar lo digital ya no es una opción, sino una revolución necesaria para mantener la competitividad. Esta transformación será más veloz que la adopción del internet, que tomó 20 años para estandarizar operaciones bancarias, compras en línea y otros aspectos”, concluye Knust.