Por Javier de la Maza, director de la Asociación de Corredores de Seguros de Chile (ACOSEG)
La crisis en el sistema de Isapres en Chile ha sido un tema recurrente en los últimos años, generando debates acalorados sobre el funcionamiento del sistema privado y público, la equidad en el acceso a la salud y la calidad de los servicios prestados, entre otras cosas. Durante estos días, el debate volvió al ruedo cuando tanto el Senado como la Cámara de Diputados dieron su respaldo a la Ley Corta de Isapres, iniciativa presentada por el gobierno para dar cumplimiento a la sentencia impuesta por la Corte Suprema – en noviembre de 2022- a estas entidades privadas y que, entre otras cosas, establece un plazo de pago de la deuda hasta en 13 años y la extensión del alza del índice de costos de la Salud hasta el 2027.
Pero esta legislación no solo ha significado dar respuesta al fallo judicial, también ha dejado entrever la fragilidad del sistema, uno que desde el 2020 ha sufrido una masiva migración desde los sistemas de salud privados a FONASA, entidad que cerró el 2023 con 16.229.898 personas adscritas; lo que ha instaurado en el centro del debate la pregunta de ¿Cómo se mantiene la continuidad del sistema? Sólo por citar un ejemplo, según un estudio del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (IPSUSS) más de 256 mil pacientes que activaron su Garantía Explícita en Salud (GES) y que se encuentran bajo tratamiento por condiciones crónicas y oncológicas, así como quienes cuentan con CAEC, más el importante promedio de gasto de usuarios de Isapres en licencias médicas; tendría un costo de 68 mil millones de pesos anuales para FONASA.
Siguiendo con las nuevas disposiciones legales, uno de los cambios más destacados de la nueva Ley es la introducción de la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC) del seguro público. Esta modalidad busca ofrecer una segunda capa de protección a los usuarios que quieran contratarla, permitiéndoles acceder a prestaciones adicionales a través de Fonasa, aumentando su protección financiera en salud a través de prestadores privados en convenio y que contaría con una prima que puede ser plana o comunitaria, igual para todos, sin importar edad, sexo o condición de salud.
Si bien esta modalidad se presenta como un avance sustancial y la necesidad de esta segunda capa de protección es evidente debido a las deficiencias y desigualdades que han caracterizado al sistema, hasta ahora no hay mayores luces respecto a cómo se generaran estos convenios con los prestadores privados, desconociendo el real nivel de protección para las personas.
En este escenario, la oferta del área privada sigue siendo relevante, si bien la Modalidad de Cobertura Complementaria podría ampliar las opciones de atención médica para los usuarios, muchas personas que migraron a Fonasa necesitarán la seguridad que ofrece el Mercado Asegurador en esta materia, con una oferta que sigue creciendo cada día y que ha permitido crear servicios y productos que hoy están llegando a más sectores de la sociedad.
Por otra parte, desde el mundo Asegurador, hay miradas interesantes que pueden ser un aporte fundamental para el avance hacia un sistema de salud más integrado, para que este seguro no sea sólo un anuncio y realmente se transforme en una herramienta relevante para la atención de las personas en las redes públicas y privadas del país. Así como también, se convierta en una propuesta interesante para los posibles prestadores en convenio, que serán una pieza fundamental para el desarrollo de un sistema más inclusivo.
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La Asociación Gremial de Corredores de Seguros de Chile A.G. (ACOSEG) tiene como principales objetivos contribuir al crecimiento de sus asociados, a través de planes de capacitación, desarrollo de productos, generación de aplicaciones tecnológicas, así como, la representación de sus inquietudes ante la Autoridad reguladora (CMF) para el perfeccionamiento del mercado de seguros. Conoce más en: https://www.acoseg.cl/