El Servicio de Impuestos Internos ha anunciado una medida crucial para promover la salud pública y combatir los riesgos asociados al consumo de bebidas azucaradas. En línea con la exitosa iniciativa implementada en 2014, que ha resultado en una disminución del 21% en el consumo de este tipo de bebidas, el SII ha emitido una circular informando sobre la aplicación de un nuevo impuesto a partir de junio. Este impuesto variará según la concentración de azúcar en las bebidas, con un aumento de precios que podría oscilar entre el 10% y el 18%, reflejándose en los consumidores finales.
Foto de Fernando Andrade en Unsplash
Este paso significativo se fundamenta en evidencia científica sólida que demuestra los graves impactos negativos para la salud derivados del consumo regular de bebidas azucaradas. Un estudio realizado por la Universidad de Harvard ha revelado las consecuencias mortales a nivel mundial, con hasta 180 mil muertes al año atribuibles al consumo de estas bebidas. Además, investigaciones recientes han vinculado el consumo de bebidas azucaradas con un mayor riesgo de fibrilación auricular, un trastorno cardíaco grave.
“El consumo de bebidas azucaradas es altamente perjudicial para la salud, desequilibrando el organismo debido al exceso de azúcar”, afirma Claudio Brinkmann, Co Fundador y CEO de Maihue. “Estas bebidas, además de representar un riesgo para la salud, también tienen un impacto económico significativo en las familias chilenas. Según la VII Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, las familias destinan un 10,38% de sus ingresos solo en bebidas y jugos, lo que constituye una preocupación que ha aumentado con el tiempo”.
Este impulso hacia un mayor consumo de agua se ha visto ensombrecido por la alerta sobre microplásticos en el agua embotellada, lo que ha generado alarmas tanto para la salud humana como para el medio ambiente. La detección de microplásticos en estas botellas plantea un desafío significativo, exacerbando la crisis global de residuos plásticos y planteando interrogantes sobre la seguridad del agua que se consume.
Según datos del Instituto para el Agua, el Medio Ambiente y la Salud de la Universidad de las Naciones Unidas, la industria del agua embotellada enfrenta un dilema crítico. La comercialización de un recurso esencial como el agua a precios exorbitantes, siendo hasta mil veces más caro que su valor real, plantea serias interrogantes sobre la equidad y la accesibilidad. Esta situación se agrava aún más al considerar la cantidad de desechos plásticos que genera, contribuyendo al problema global de la contaminación por plásticos.
“Es preocupante observar cómo un recurso tan vital como el agua se comercializa a precios inalcanzables para muchos, generando un gasto per cápita significativo y exacerbando la crisis de residuos plásticos”, comenta Claudio Brinkmann, Co Fundador y CEO de Maihue “Es imperativo abordar esta problemática de manera integral y proactiva”.
En respuesta a esta problemática, Maihue está creciendo para ser una solución amplia, sostenible y accesible para todo el país: los dispensadores de agua conectados a la red. Estos dispositivos utilizan tecnologías avanzadas, como la ósmosis inversa, para purificar y mineralizar el agua directamente desde la red pública. Esta alternativa no solo garantiza un suministro de agua de alta calidad, sino que también reduce significativamente el uso de botellas de plástico de un solo uso, contribuyendo así a la mitigación de la contaminación por plásticos.
“Nuestra propuesta busca ofrecer una alternativa más saludable y esperamos prontamente llegar con nuestra visión y dispensadores a todo Chile, ya que somos respetuosos con el medio ambiente y a un costo considerablemente menor”, añade Claudio Brinkmann, Co Fundador y CEO de Maihue. “Es hora de replantear nuestro enfoque hacia el consumo de agua y adoptar soluciones que sean tanto beneficiosas para la salud como para el planeta”.