“EL MÉTODO MONTESSORI PREPARA A NIÑOS PARA CONVERTIRSE EN PERSONAS EMOCIONALMENTE INTELIGENTES”

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Por: Marcela Encalada Valenzuela, Directora Docente del Colegio Epullay, ubicado en la comuna de  Peñalolén, con  30 años de trayectoria, y uno de los más prestigiosos en el aprendizaje basado en la filosofía Montessori.

 

La filosofía Montessori ha demostrado ser altamente efectiva cuando se trata de educar, ya que fomenta el desarrollo integral de los niños en cada etapa de su crecimiento. Al centrarse en el aprendizaje autónomo, la exploración activa y el respeto por el ritmo individual, los niños y niñas adquieren habilidades cognitivas, sociales y emocionales de manera natural. Además, este enfoque promueve la curiosidad, la independencia y la confianza en sí mismos, elementos fundamentales para su futuro éxito académico y personal.

Es importante recalcar que este modelo educativo, ofrece un enfoque que va más allá del aprendizaje académico tradicional, promoviendo un desarrollo integral que incluye las habilidades socioemocionales.

Estas habilidades, también conocidas como habilidades blandas, no sólo son útiles en el aula sino que también fuera de ella, ya que se ha evidenciado que impactan positivamente en la capacidad de los niños y niñas de relacionarse con otras personas y su entorno, en especial cuando se inicia en edades tempranas.

 Como resultado, contribuyen a una vida más feliz y con menos estrés.

Al crear un entorno que fomenta la independencia, la responsabilidad, la empatía y el respeto, este modelo educativo prepara a los niños no sólo para tener éxito en la escuela, sino también para convertirse en individuos emocionalmente inteligentes y socialmente responsables. En un mundo cada vez más complejo, las habilidades socioemocionales desarrolladas a través del método Montessori se convierten en herramientas esenciales para el éxito y el bienestar a largo plazo.

Entre las habilidades socioemocionales en que coloca énfasis, podemos destacar la autonomía, inteligencia emocional, comunicación, empatía y trabajo en equipo, responsabilidad y toma de decisiones y el respeto por la diversidad.

A lo largo de nuestra trayectoria como colegio, hemos visto cómo el método Montessori, al ser aplicado en edades tempranas, sienta las bases para formar adultos más felices y equilibrados, ya que este enfoque educativo fomenta la independencia, la autoconfianza y el respeto por el propio ritmo de aprendizaje, lo que permite que los niños desarrollen una sólida autoestima y habilidades de resolución de problemas desde temprana edad.

Es que, al aprender a tomar decisiones desde edades tempranas, gestionar el tiempo y explorar los intereses personales en un entorno de libertad con límites, permite que los niños y niñas tengan mayores posibilidades  de  transformarse en adultos más seguros de sí mismos, con mayor bienestar emocional y capacidad para enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia y satisfacción personal.

Para más información:

www.epullay.cl