LA PARADOJA CHILENA: MENOS EMBARAZOS ADOLESCENTES, MÁS ITS ¿QUÉ NOS FALTA?

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Luiz Meira, Country Manager de DKT Chile

Chile ha logrado importantes avances en materia de salud sexual y reproductiva durante las últimas décadas. La significativa reducción en las tasas de embarazo adolescente es un claro ejemplo de cómo las políticas públicas enfocadas en educación sexual y acceso a métodos anticonceptivos pueden generar cambios positivos en la sociedad. Sin embargo, enfrentamos un nuevo desafío: el preocupante aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS), particularmente la sífilis, durante el 2023 y 2024.

Esta aparente contradicción nos revela una realidad compleja: los jóvenes han incorporado el uso de métodos anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados, pero existe una brecha significativa en el conocimiento y la conciencia sobre la prevención de ITS.

La pregunta que debemos hacernos no es si el acceso a la información puede ayudar a disminuir las tasas de contagio, sino cómo podemos garantizar que esta información llegue de manera efectiva a quienes más la necesitan. La evidencia internacional es clara: los países con programas integrales de educación sexual muestran menores tasas de ITS.

En mi experiencia liderando DKT en Chile, he observado que cuando las personas tienen acceso a información clara, precisa y sin prejuicios sobre salud sexual, toman mejores decisiones. No se trata solo de conocer los métodos anticonceptivos disponibles, sino de entender cómo funcionan, cuáles protegen contra ITS y cuáles no, y la importancia del uso correcto y consistente del condón como única barrera efectiva contra estas infecciones.

Es fundamental reconocer que la prevención de ITS requiere un enfoque multifacético. Por un lado, necesitamos fortalecer la educación sexual integral en colegios y universidades, por otro, debemos aprovechar las plataformas digitales y redes sociales para llegar a los jóvenes con información actualizada y relevante. También es crucial facilitar el acceso a preservativos y promover la realización regular de exámenes de ITS.

El aumento en las tasas de ITS no debe verse como un fracaso de las políticas existentes, sino como una señal de que necesitamos adaptarnos a nuevos desafíos y para lograr cambios más significativos debe haber un trabajo tanto de los privados como del estado. La misma determinación y estrategias que nos permitieron reducir los embarazos adolescentes pueden aplicarse para combatir el aumento de las ITS.

Es hora de renovar nuestro compromiso con la salud sexual integral. Desde el sector privado, continuaremos trabajando para garantizar el acceso a productos de calidad e información confiable. Sin embargo, este es un esfuerzo que requiere la participación activa de todos los sectores de la sociedad: gobierno, instituciones educativas, profesionales de la salud y, por supuesto, la comunidad en general.

La información correcta, combinada con acceso a métodos de prevención adecuados, no solo puede ayudar a disminuir las tasas de ITS; es la base fundamental para construir una sociedad más saludable y consciente de su sexualidad. El desafío está planteado. Ahora nos corresponde actuar.