Creado en México en la década de los sesenta, el pádel ha experimentado gran popularidad en el último tiempo. Actualmente, en Chile existen más de 100 mil jugadores activos, seis veces más que el número de jugadores que había en 2019.
La causa es clara, y es que para jugar este deporte que combina elementos del tenis y el squash, basta ropa deportiva, una pala y un par de amigos.
Los expertos concuerdan en que practicar pádel, al ser un deporte aeróbico, tiene muchísimos beneficios.
José Antonio Molina, profesor de Ed. Física, Padel MBA y profesor de pádel en Pádel Plus, explica que “este deporte es un excelente aliado para la salud, ya que proporciona flexibilidad y agilidad, tanto física como metal”. Y es que es una disciplina muy completa, donde al jugar se utiliza una gran cantidad de músculos del cuerpo. Asimismo, al tener que tomar decisiones rápidas durante el juego se eleva la concentración y coordinación.
“Es un deporte que puede ser jugado por todos, no discrimina ni edad ni género, ya que se adapta a las habilidades y condiciones físicas de cada jugador, lo que lo hace entretenido y alcanzable por todos”, comenta Molina.
Desde Pádel Plus nos comentan los principales beneficios de jugar pádel
- Tonifica la musculatura: piernas, glúteos, brazos, espalda y cintura se fortalecen y tonifican al jugar de forma regular.
- Mejora reflejos y concentración: obliga a estar atentos al juego y tomar decisiones rápidas, mejorando la coordinación, reflejos y capacidad de atención.
- Disminuye el estrés y mejora la calidad del sueño: como toda actividad física ayuda a liberar endorfina, aumentando la sensación de bienestar, lo que previene los estados de ansiedad, ayuda a disminuir el estrés y permite un mejor descanso.
- Refuerza el trabajo en equipo y las relaciones sociales: se juega en parejas contra otra dupla, lo que permite reforzar lazos y conocer gente nueva.
- Retrasa el envejecimiento: ayuda a mejorar el sistema cardiorrespiratorio, oxigenando el cerebro y otros órganos del cuerpo.
- Ayuda a estar en forma: en una hora de partido se puede perder entre 400 y 700 calorías.
A pesar de todos los beneficios, como todo deporte, el pádel requiere una serie de cuidados básicos para que al practicarlo no ocurran lesiones.
Molina comenta que “es necesario realizar siempre un calentamiento previo, evitar el sobreentrenamiento, mantenerse hidratado antes, durante y después de la práctica, además de realizar elongación post juego para evitar desgarros y otras lesiones”.
Asimismo, el experto señala que es primordial usar ropa adecuada y zapatillas deportivas que permitan buena sujeción y amortiguación al pisar. Además de mantener la pala en buenas condiciones, en especial el overgrip (capa adicional que se pone en el grip o empuñadura que añade un nivel extra de comodidad y absorción de sudor), que ayuda a evitar ampollas y/o heridas en las manos.