Con ello aumenta en hasta 10 veces los costos logísticos de traslado por cada unidad y podría causar una importante demora en su entrega final, lo que terminará impactando al consumidor.
Una situación catastrófica para el sector automotor, muy similar a lo que se experimentó en pandemia, tiene en máxima alerta a la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), luego que el concesionario portuario del Puerto San Antonio -DP World- anunciara intempestivamente hace dos semanas a las líneas navieras que atienden a marcas automotrices, la suspensión en el servicio de desembarque de vehículos para gran parte del mes de diciembre, en un mes crítico para el rubro.
El cese de operaciones del principal espigón de desembarque de automóviles de Chile se debería a una “mantención programada” para la reparación de la tabla estaca del sitio 4/5, por el cual se han desembarcado históricamente más de 95% de vehículos automotrices, buses, maquinarias y otros rodados de distinta envergadura.
“Dicha mantención es sorpresiva porque, a diferencia de otras ocasiones en que se ha coordinado el cierre del espigón, en este caso el anuncio no tuvo la antelación necesaria para programar los envíos a Chile, quebrando muchos compromisos asumidos por las marcas, y quedando como alternativa el desembarco en el puerto de Lirquén, mucho más al sur, con mayores costos y una demora para toda la cadena logística, pues los viajes son mucho mayores”, dijo Diego Mendoza, secretario general de ANAC, agregando que este impacto llega en el último mes del año, justo cuando el sector automotor debe cumplir exigentes metas de eficiencia energética con la llegada de modelos de cero y bajas emisiones.
Este proceso implica la suspensión de desembarco de vehículos nuevos en la V Región en dos períodos: desde el 4 al 11 de diciembre y luego del 16 hasta el 22 de diciembre de este año, con lo que se verían afectados alrededor de 30 mil automóviles nuevos, cifra que es la que tradicionalmente se comercializa en esta época del año.
Pese a que ANAC sostuvo una reunión urgente con los ejecutivos de DP World para solucionar el tema, no hubo flexibilidad para postergar estos trabajos, o realizar el desembarco en otro espigón del Puerto, u otra alternativa que no afecte el normal funcionamiento del rubro en el cierre del año.
La situación se vuelve aún más preocupante, pensando en que este tipo de trabajos suele demorarse más tiempo del inicialmente estimado, postergando así aún más la reactivación de las operaciones de descarga de vehículos en San Antonio.
La única solución ofrecida por el concesionario portuario es desviar las naves al terminal de Lirquén, 600 kilómetros al sur de San Antonio y operado por la misma DP World, situación que produjo grandes inconvenientes durante la pandemia: los costos logísticos de cada vehículo se encarecen en hasta 10 veces; la distancia recorrida por los camiones necesarios para desembarcar dichos vehículos puede llegar a 2 millones de kilómetros adicionales; las emisiones de Co2 aumentarían en mil cuatrocientas toneladas; los choferes de cada camión deberán programarse para hacer un recorrido mucho mayor al estimado, produciendo una demora en toda la cadena logística que -al igual que en pandemia- impactará al consumidor que recibirá con atraso el vehículo adquirido.
ANAC manifestó su completa disconformidad con esta medida, debido al poco tiempo con que se informó -dos semanas no permiten reprogramar los envíos a Chile- y con la inflexible postura de mantener a firme esta decisión, cuando los barcos que llevan los automóviles, buses y camiones con entrega comprometida a diciembre ya zarparon.
Un estudio de O’Bois realizado el año 2023 midió el impacto negativo de los desvíos de barcos a Lirquén, arrojando que desde el puerto de la VIII Región son necesarios 8 días de trabajo intenso en transporte, con un costo superior a $215 millones de pesos para el traslado de mil automóviles a Santiago, utilizando una misma flota de camiones. Mientras que desde San Antonio, la misma cantidad de vehículos puede llegar a la capital en un día, con un costo comparable de $35 millones.
A ello hay que agregar que, como estimación, la programación de DP World San Antonio para este lunes y martes considera sobre 7 mil vehículos a ser descargados, mientras que el cierre del espigón se prolongaría por 15 días.
Otro antecedente que suma más preocupación en el gremio automotor es el hecho esencial comunicado a la CMF por el concesionario, dando cuenta de la renuncia del gerente general de DP World San Antonio, Matías Laso Polanco, con la que el concesionario portuario queda “descabezado” y se hace aún más difícil lograr una pronta solución al cese de operaciones del principal puerto de descarga automotriz de nuestro país. Así, con estos cambios intempestivos, las operaciones de mantenimiento del espigón 4/5 podrían prolongarse al año 2025 en distintos meses, afectando nuevamente a la cadena logística del desembarco de vehículos motorizado de todo tipo y clase.
Esto además se da en un escenario en que Chile pierde competitividad contra el nuevo megapuerto de Chancay, en Perú.
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