Santiago 16 de enero.- Google anunció la incorporación de la ciudad de Santiago al proyecto Green Light, que, a través de inteligencia articial, optimiza el funcionamiento de los semáforos, reduciendo, igualmente, las emisiones de CO2. La implementación, se está desarrollando en conjunto al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, rearmando el compromiso de Chile con la sostenibilidad y el uso de tecnologías innovadoras.
Green Light utiliza inteligencia articial para optimizar la sincronización de semáforos, reduciendo el tráco de “arranque y parada” y las emisiones contaminantes. Desde su lanzamiento en 2021, el proyecto ha demostrado un potencial de reducir hasta un 30% las paradas y hasta 10% en el caso de las emisiones estimadas de CO2 en intersecciones urbanas.
El sistema opera estudiando los datos de movilidad en tiempo real emanados de aplicaciones como Google Maps o Waze, combinándolo con información de la ubicación de los semáforos. Así, el algoritmo detecta puntos conictivos del tráco y entrega recomendaciones de programación a los ingenieros de la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) para mejorar el ujo vehicular.
“En Google, estamos comprometidos con aportar soluciones tecnológicas que generen un impacto positivo en la vida de las personas y en el medio ambiente. La llegada de Green Light a Santiago es un ejemplo claro de cómo la inteligencia articial puede ayudar a enfrentar desafíos críticos como la congestión vehicular y las emisiones de carbono. Este proyecto no sólo optimizará el tránsito, sino que también contribuirá a una ciudad más limpia y eciente, alineándose con los objetivos de sostenibilidad de Chile”, comenta Edgardo Frías, country manager de Google Chile y Perú.
“Como muchas ciudades del mundo, Santiago a diario sufre los efectos de la congestión. Por eso es tan importante el piloto de optimización de semaforización que está desarrollando la empresa Google en conjunto con el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Este piloto es el resultado del trabajo mancomunado entre la empresa privada y la esfera pública, un esfuerzo orientado a mejorar la calidad de vida de las personas a través de la aplicación de tecnologías de vanguardia”, asegura Juan Carlos Muñoz, Ministro de Transportes y Telecomunicaciones.
El trabajo de Green Light no se limita únicamente a entregar recomendaciones para la operación de semáforos, pues una vez que ya se tienen esos datos y se implementan las posibles soluciones, el sistema analiza el impacto que tienen en el tránsito.
Hasta el momento, ya existen 10 intersecciones de Santiago cuyos semáforos han recibido las recomendaciones del sistema Green Light.
Este sistema, que actualmente opera en 15 ciudades de cuatro continentes y gestiona aproximadamente 30 millones de viajes mensuales, está en plena expansión, sumando 9 nuevas ciudades, incluida Santiago, alcanzando un total de 24. Aunque la optimización de una sola
intersección pueda parecer un cambio menor, replicar este modelo en múltiples ciudades e intersecciones genera un impacto signicativo.
El transporte es responsable del 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y las intersecciones urbanas generan contaminación hasta 29 veces mayor que en carreteras abiertas. En este contexto, Green Light no solo ayuda a reducir emisiones generando un impacto en el medio ambiente, sino que también mejora la experiencia diaria de los conductores.
De acuerdo al ranking TomTom Trac Index 2024, Chile se encuentra en el puesto 126 a nivel mundial de los países en que los conductores pasan mayor tiempo detenidos en semáforos en un viaje cuya extensión alcanza los 10 kilómetros. El promedio que pasan los chilenos en detenciones es de 23 minutos, 5 segundos. Así, el tiempo perdido al año en horas punta equivale a unas 100 horas.
Antes los esfuerzos por optimizar los semáforos dependían de sensores costosos o conteos manuales de vehículos que, además de ser limitados, sólo ofrecían una visión parcial del problema. Con este nuevo sistema, que combina tendencias de conducción obtenidas de Google Maps con aprendizaje automático para analizar patrones de tráco en intersecciones, las ciudades pueden implementar mejoras en cuestión de minutos sin necesidad de adquirir equipos adicionales ni realizar inversiones millonarias.
“Este proyecto demuestra cómo la tecnología puede marcar una diferencia signicativa en la lucha contra el cambio climático. Estamos emocionados por expandir Green Light y llevar sus benecios a la mayor cantidad de habitantes de la ciudad de Santiago”, concluye Frías.
Con la llegada de Green Light a Santiago, la capital chilena da un paso importante hacia un transporte urbano más eciente, menos contaminante y alineado con los desafíos climáticos actuales.
Green Light es solo una de las muchas iniciativas de Google en su esfuerzo por avanzar en acciones climáticas mediante la IA. Desde reducir las emisiones de transporte y vuelos hasta ayudar a las comunidades a prepararse para inundaciones e incendios forestales, Google está forjando alianzas estratégicas entre sectores públicos y privados para construir un futuro más sostenible.
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