La ciencia de los perfumes, también conocida como perfumería, se basa en la química, en la biología y en un profundo conocimiento de la psicología humana para crear fragancias atractivas y duraderas que identifiquen a quien las usa.
Se llama perfumería y es un campo fascinante que combina creatividad, conocimiento científico y entendimiento de las emociones, ya que además de crear fragancias agradables, cuenta historias a través de los sentidos.
Los olores son detectados por los receptores olfativos que se encuentran en la nariz y que envían señales al cerebro, donde el sistema límbico asocia las emociones y la memoria. Esto explica por qué los olores pueden evocar recuerdos y sentimientos intensos.
Una familia olfativa es una clasificación que se usa en perfumería para agrupar fragancias según sus características aromáticas predominantes y que ayuda a los consumidores a identificar y elegir sus fragancias predilectas.
Florales: perfumes con notas predominantes de flores. El perfume 212 VIP Rose de Carolina Herrera, por ejemplo, es una fragancia femenina de alta gama conocida por su frescura y sofisticación. Mezcla notas de rosa, jazmín y otros aromas florales con toques cítricos y especiados, creando una mezcla absolutamente exquisita y encantadora.
Cítricas: frescas y energizantes con predominio de notas cítricas.
Orientales: de aromas cálidos y especiados, a menudo con toques de vainilla, ámbar o resinas.
Amaderadas: con notas de maderas secas y cálidas.
Fougère: combinan notas herbáceas, florales y amaderadas, como lavanda y musgo de roble.
Chipre: notas frescas de cítricos combinadas con musgos y maderas, por ejemplo, pachuli
Frutales: aromas frescos y jugosos con predominio de olor a frutas
Acuáticos: fragancias frescas y limpias que evocan la brisa marina o el agua.
¿De qué se componen los perfumes?
Los aceites esenciales y los compuestos aromáticos más el alcohol y los fijadores, son los componentes básicos de cualquier perfume.
Son compuestos aromáticos naturales extraídos de plantas de las que capturan el aroma y las propiedades. Se obtienen de flores, hojas, cortezas, raíces y resinas, y, además de usarse para la creación de perfumes, son utilizados por sus beneficios terapéuticos, medicinales y aromáticos. Los aceites esenciales ofrecen una manera natural de aprovechar los beneficios de las plantas y son muy valiosos para el cuidado personal y el bienestar general.
Naturalidad: no tienen añadidos químicos sintéticos.
Potencia: son muy concentrados y es aconsejable usarlo en pequeñas cantidades.
Aromaterapia: se utilizan en prácticas terapéuticas para mejorar el bienestar físico y emocional.
Métodos de extracción de los aceites esenciales
Destilación al vapor: es el método más común y el más adecuado para capturar hojas, tallos y flores.
Prensado en frío: se emplea especialmente para los aceites esenciales de cítricos, donde se exprime la piel de la fruta.
Extracción con solventes: es la técnica utilizada para flores delicadas que no puede resistir el calor de la destilación.
Enfleurage: sistema tradicional para extraer fragancias de flores delicadas.
Los aceites esenciales pueden ser naturales o sintéticos. Los naturales se obtienen de plantas, flores, frutas, maderas y otras fuentes que ofrece la naturaleza (por ejemplo, lavanda, rosa o sándalo) y se suman a componentes sintéticos para crear fragancias. Son los ingredientes básicos que dan a los perfumes su aroma característico.
Son creados en laboratorios para replicar o mejorar los aromas naturales, o para crear nuevos olores que no existen en la naturaleza y que amplían las posibilidades creativas de los perfumistas.
El alcohol actúa dispersando el perfume sobre la piel ayudando a difundir los aromas, y los fijadores ayudan a que la fragancia dure más tiempo.
La sostenibilidad se hace cada vez más presente en la composición de los perfumes con el uso de ingredientes renovables y métodos de producción ecológicos. Actualmente, con el aumento de la conciencia ambiental, se están usando ingredientes sostenibles y métodos de producción ecológicos.
El proceso de creación lleva un tiempo importante. En primer lugar, los perfumistas seleccionan cuidadosamente los aceites esenciales y los compuestos que formarán la base de la fragancia. Luego los mezclan en las proporciones establecidas para crear el “jugo” del perfume. Este proceso puede durar meses o años de desarrollo ya que la mezcla resultante se deja envejecer para que los ingredientes se combinen.
Una vez creados los perfumes, se realizan pruebas en diferentes tipos de piel y bajo distintas condiciones, para verificar la consistencia y el aroma agradable.
Los perfumes funcionan debido a una combinación de química y biología que permite que las fragancias se dispersen en el aire. Cuando aplicamos un perfume sobre nuestra piel, el calor corporal comienza a evaporar los componentes volátiles y los componentes aromáticos de la fragancia, que son percibidos por nuestros receptores olfativos, desencadenando una respuesta emocional y sensorial en el cerebro.
Los aceites esenciales se evaporan a distintas velocidades dando lugar a la aparición de las notas de salida, de corazón y de fondo.
Se llama así a las diferentes capas de aroma que se perciben en un perfume después de su aplicación. Trabajan en conjunto para crear una fragancia compleja y en constante evolución para ofrecer una experiencia sensorial rica y placentera. Cada nota cumple un papel específico en la evolución y la experiencia de los perfumes.
Son las que se perciben inmediatamente después de la aplicación. Son aromas ligeros y volátiles. Ejemplos comunes: cítricos (limón, bergamota), frutas (pera, manzana), hierbas (menta, lavanda).
Emergen luego de las notas de salida y forman el núcleo o cuerpo de la fragancia. Ejemplos comunes: flores (rosa, jazmín, lirio del valle), especias (canela, clavo), frutas (melocotón, frambuesa).
Son las más duraderas y otorgan profundidad y fijación. Ejemplos comunes: maderas (sándalo, cedro), resinas (ámbar, incienso), almizcle, vainilla.
Cada persona tiene una química corporal única que interactúa con el perfume, afectando cómo se desarrollan las diferentes notas en la piel.
Finalmente, podemos afirmar que la creación de perfumes es una mezcla entre arte, buen gusto y ciencia, donde se seleccionan los mejores ingredientes para crear fragancias únicas que despiertan emociones y aumentan nuestra autoestima a la vez que nos otorgan un sello personal indiscutible.
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