EL IMPACTO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN EL TRABAJO TRIBUTARIO

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Inteligencia Artificial

Inteligencia ArtificialDaniela Ahumada, CTO en Tecnoback

Si bien la Inteligencia Artificial ha irrumpido radicalmente en nuestras vidas y en distintos mercados, no todos han aprovechado los beneficios de esta tecnología. En el ámbito tributario, la IA representa una herramienta clave para optimizar la gestión fiscal, permitiendo detectar irregularidades a partir del análisis de datos históricos y patrones de comportamiento de los contribuyentes.

Sin embargo, la aplicación de estas mejoras depende del rol del usuario. Para un auditor, contar con herramientas basadas en IA es fundamental para optimizar su proceso y detectar anomalías sin la necesidad de revisar manualmente cada informe contable. En cambio, para un contribuyente, el proceso de emisión de documentos tributarios está regido por normas claras y su interpretación se basa en lo establecido por el legislador. En estos casos, un modelo de IA predictivo no resulta indispensable, salvo en compañías con altos volúmenes de emisión descentralizados y sin un sistema único de control.

Los asesores tributarios desempeñan un papel clave en la integración de la IA, combinando su experiencia con el potencial de las nuevas tecnologías. Aunque muchas tareas rutinarias pueden automatizarse, la personalización sigue siendo crucial. No es lo mismo analizar los datos de un comercio minorista que los de un centro de distribución, ya que cada modelo de negocio presenta desafíos específicos. Un informe de McKinsey & Company (2023) estima que, en los próximos 5 a 10 años, el 50% de las tareas fiscales serán automatizadas, lo que resalta la necesidad de que los profesionales del área adapten su enfoque para agregar valor estratégico.

Según Deloitte (2024), el 67% de las empresas ya han implementado IA en sus procesos de cumplimiento tributario, logrando reducir en un 30% el tiempo de procesamiento y aumentando la precisión de las declaraciones fiscales. Si bien la reducción en los tiempos de procesamiento no depende exclusivamente de la IA, la implementación de modelos de gestión fiscal basados en inteligencia artificial sí mejora significativamente la exactitud de las declaraciones.

Desde la implementación de la firma electrónica en los procesos tributarios, y especialmente desde su obligatoriedad, esta ha sido una herramienta clave en la digitalización tributaria y en la garantía de la integridad documental. Gracias a esta digitalización, es posible aplicar modelos de IA con certeza sobre los documentos generados. El modelo de firma electrónica ha demostrado operar de manera consistente durante más de 20 años sin requerir innovación en ese ámbito.

Las herramientas de IA no pueden implementarse sin el conocimiento de un asesor experto que diseñe modelos predictivos adaptados a las necesidades del negocio. Su gestión es clave en el proceso de implementación. En este contexto, los principales actores que deben incorporar IA en los procesos tributarios son los auditores, los fiscalizadores y las empresas que buscan detectar fraudes internos antes de presentar sus declaraciones.

Con todo, el mercado aún no está plenamente orientado hacia un procesamiento basado en modelos de IA, ya que muchas de sus necesidades fundamentales aún no han sido cubiertas. Un claro ejemplo es la ausencia de un sistema de foliación automático, dado que la mayoría de las pequeñas empresas aún realizan este proceso de forma manual. De hecho, uno de los controles más básicos y menos relevantes sigue siendo la simple correlatividad de los folios.