En Chile, el cuidado de las axilas ha sido históricamente un tema tabú, lo que ha limitado la conciencia sobre su salud y la importancia de utilizar productos que no solo garanticen higiene, sino también el bienestar de la dermis.
En las últimas décadas, la industria del cuidado personal ha sido testigo de una evolución constante, impulsada por un mayor conocimiento sobre las necesidades de la piel y el bienestar integral de los consumidores.
Uno de los cambios más significativos en el mundo de la higiene personal es la creciente atención a la salud de la piel en áreas específicas como las axilas. Históricamente relegado a un simple acto de higiene, el cuidado de las axilas ha pasado a ser un pilar clave en las rutinas de cuidado personal, donde la funcionalidad y la salud de la piel cobran protagonismo.
Si bien el desodorante ha sido un producto esencial para la higiene personal, en las últimas tendencias se está redefiniendo su papel. El foco ya no se limita solo a la eliminación del mal olor o la sudoración. Las preocupaciones sobre la salud de la piel se han incorporado en el desarrollo de nuevos productos, que buscan equilibrar la protección contra la transpiración sin descuidar el cuidado de la dermis. Este cambio de enfoque responde a una demanda cada vez mayor por parte de los consumidores que buscan productos más suaves, eficaces y con ingredientes que respeten el equilibrio natural de la piel.
Conscientes de este interés, marcas líderes del sector, como Dove, han evolucionado sus fórmulas para incluir componentes que hidratan, protegen y cuidan la piel de las axilas. Dove Clinical, además de proporcionar 96 horas de cuidado, cuenta con ¼ de crema humectante con óleo protector, diseñado no solo para mantener la piel fresca, sino para calmarla y restaurarla, especialmente en un área tan delicada que está en contacto constante con productos cosméticos, ropa ajustada y, por supuesto, el sudor.
El futuro del cuidado de las axilas promete seguir evolucionando, con un énfasis claro en la innovación y la ciencia dermatológica. La tendencia hacia el cuidado de la piel, más allá de la higiene, está marcada por el deseo de las personas de sentirse bien consigo mismas, a través de productos que protejan su salud y respeten la integridad de su piel.
En este sentido, el desodorante ha dejado de ser un mero producto de higiene para convertirse en un aliado esencial del bienestar personal. La industria del cuidado personal está llamada a seguir adaptándose a las necesidades de los consumidores, quienes buscan más que nunca productos que ofrezcan salud, confianza y sostenibilidad.
