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La nutrición adaptada al ciclo menstrual emerge como solución efectiva para mejorar condiciones hormonales femeninas.
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Expertos de Vilbofit revelan cómo los alimentos específicos en cada fase del ciclo pueden reducir síntomas de tiroides, endometriosis y SPM.
Santiago, 2025. En el marco del Día Internacional de la Mujer, en el centro de nutrición Vilbofit, ponen el foco en uno de los aspectos más importantes pero frecuentemente ignorados de la salud femenina: la relación entre el ciclo menstrual y la nutrición. Este mes dedicado a visibilizar las necesidades específicas de las mujeres representa la oportunidad ideal para concientizar sobre cómo un enfoque nutricional personalizado puede transformar la calidad de vida de millones de mujeres que sufren condiciones hormonales.
Un enfoque nutricional adaptado a las distintas fases del ciclo menstrual podría ser clave para aliviar síntomas relacionados con desequilibrios hormonales como problemas de tiroides, endometriosis y síndrome premenstrual.
“Las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual alteran significativamente la forma en que nuestro cuerpo procesa los nutrientes, creando diferentes necesidades nutricionales en cada fase. Entender y adaptar nuestra alimentación a estas fases puede marcar una diferencia sustancial en el bienestar general y en la reducción de síntomas asociados a desórdenes hormonales”, explica Ana Paula Guerrero, nutricionista y cofundadora de Vilbofit.
La experta respalda que durante la fase folicular (días 1-14), el cuerpo necesita alimentos ricos en hierro y vitamina C para reponer las pérdidas de la menstruación, siendo particularmente beneficiosos para mujeres con endometriosis que suelen presentar menstruaciones abundantes. En la fase ovulatoria, los alimentos ricos en antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo, mientras que en la fase luteal (días 15-28), el magnesio y la vitamina B6 son cruciales para reducir los síntomas del síndrome premenstrual.
Para mujeres con problemas de tiroides, Guerrero señala la importancia de un consumo adecuado de yodo, selenio y zinc, presentes en pescados, nueces y legumbres, mientras advierte sobre el consumo excesivo de alimentos como la soja, el brócoli y el repollo que pueden interferir con la absorción del yodo, especialmente en casos de hipotiroidismo.
“Las deficiencias nutricionales más frecuentes en mujeres incluyen hierro, vitamina D, calcio y magnesio, todas ellas directamente relacionadas con la salud hormonal”, subraya la especialista. “La deficiencia de hierro, particularmente común debido a la pérdida menstrual, puede agravarse en condiciones como la endometriosis, mientras que el déficit de magnesio influye en la aparición de migrañas premenstruales y fatiga”.
Otro factor clave identificado es la influencia del estrés en la absorción de nutrientes. El estrés crónico puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal y reducir la producción de enzimas digestivas, comprometiendo la absorción efectiva de nutrientes esenciales para la regulación hormonal. “Nuestro objetivo en Vilbofit es proporcionar planes nutricionales personalizados que consideren no solo la fase del ciclo menstrual, sino también condiciones específicas como tiroides, endometriosis o síndrome premenstrual, para maximizar los beneficios de la alimentación en la salud hormonal”, concluye Guerrero.
La nutrición debe adaptarse a las distintas etapas de vida de la mujer. Durante la menopausia, aumentar calcio y vitamina D previene osteoporosis, mientras que proteínas adecuadas preservan masa muscular y ácidos omega-3 benefician la salud cardiovascular. Una alimentación ajustada tanto al ciclo menstrual como a cada etapa vital mejora el bienestar general, reduciendo síntomas menstruales, optimizando la función tiroidea y previniendo deficiencias nutricionales.
Para más información sobre pautas nutricionales personalizados basados en el ciclo menstrual y la salud hormonal puedes agendar una hora con los expertos en nutrición en www.vilbofit.cl