Cuando en el año 2000 fundamos AyT (Ambiente y Tecnología), pocos imaginaban que una empresa chilena podría convertirse en pionera en la construcción de sistemas de monitoreo de emisiones a la atmósfera. Lo que comenzó como un requerimiento ambiental para proteger una población de cactus en la zona de Taltal, terminó marcando un hito en la industria y nos impulsó a desarrollar tecnología de vanguardia con proyección internacional.
El primer Sistema de Monitoreo Continuo de Emisiones (CEMS, por sus siglas en inglés) completamente diseñado y construido en Chile nació de la necesidad de controlar la calidad del aire y cumplir con normativas cada vez más exigentes. En AyT comprendimos desde el inicio que la confiabilidad de estos sistemas sería fundamental para las industrias y para la fiscalización de los organismos gubernamentales. Por ello, invertimos en el desarrollo de tecnología propia y en la acreditación de nuestro laboratorio bajo la norma ISO 17025, un punto de inflexión que nos posicionó como referentes en la región.
Hoy, la industria enfrenta un desafío doble: cumplir con las regulaciones ambientales y, al mismo tiempo, optimizar sus procesos productivos para reducir costos y emisiones. Es aquí donde la tecnología que hemos desarrollado en AyT juega un papel clave. Gracias a nuestros sistemas, no solo se asegura el cumplimiento de las normativas, sino que también se generan ahorros significativos al identificar ineficiencias en los procesos de combustión o producción.
Un caso emblemático es el de un cliente que, mediante nuestros sistemas CEMS, pudo detectar y corregir la fuga de compuestos valiosos en su proceso productivo, logrando no solo cumplir con la regulación, sino también mejorar su rentabilidad. Este tipo de innovaciones demuestran que el monitoreo continuo de emisiones no es solo una obligación, sino una oportunidad para optimizar el desempeño ambiental y económico de las industrias.
La internacionalización de nuestra tecnología ha sido un paso natural. En 2015 instalamos nuestro primer sistema CEMS fuera de Chile, en una planta de acero reciclado en Uruguay. Hoy, con más de 50 sistemas operando en sectores como celulosa, termoeléctricas, refinerías y cementeras, sabemos que el camino de la innovación es el que seguirá marcando el futuro de la industria ambiental en Chile y en el mundo.
El desafío de la sustentabilidad no es solo una cuestión regulatoria, sino una obligación con las futuras generaciones. En AyT creemos que el compromiso con el medio ambiente y la tecnología van de la mano, y seguiremos trabajando para que nuestras soluciones sigan contribuyendo a un mundo más limpio y eficiente.
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