Investigador chileno crea tecnología que permite el nacimiento de más de 1.000 niños en Europa

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InvestigadorLa tecnología de vitrificación de espermios, desarrollada en la Universidad de La Frontera (UFRO) por el Dr. Raúl Sánchez Gutiérrez y licenciada por el laboratorio español Biokibank, ha permitido el nacimiento de más de 1.000 niños y niñas en España. Este avance en la medicina reproductiva ha sido reconocido con el Premio de Transferencia Tecnológica 2024 de la Red GT de gestores tecnológicos de Chile en la categoría “Empresa Innovadora”.

El desarrollo es una alternativa a los métodos tradicionales de preservación de espermatozoides. Su técnica de vitrificación aséptica en pajuelas (VAP) reemplaza el uso de nitrógeno por un congelamiento ultrarrápido, permitiendo hasta un 80% de supervivencia espermática, en contraste con el 45% de efectividad de las técnicas convencionales.

“La vitrificación permite preservar de mejor manera la función celular y mantener la estructura del espermatozoide, especialmente de la tubulina, que no se altera en este proceso. Esto ha permitido lograr una mejor tasa de embarazos en inseminación intrauterina y un mejor desarrollo embrionario en técnicas de fecundación in vitro”, señala el Dr. Raúl Sánchez, académico e investigador de la UFRO.

Desde 2019, Biokibank cuenta con la licencia exclusiva de esta tecnología en España, consolidándose en criopreservación de espermatozoides. “Aproximadamente el 50% de nuestra facturación proviene de esta tecnología, y en 2024 logramos iniciar nuestra internacionalización en varios países. En 2025 consolidaremos este despegue, permitiendo que más personas accedan a tratamientos de fertilidad de alta eficacia”, destaca Enrique Oquiñena, gerente de Biokibank.

En Chile, la técnica ya está descrita en el Manual de Laboratorio de la OMS de 2021 como una opción experimental, y se proyecta su aplicación en casos clínicos específicos. “Estamos evaluando el desarrollo de un kit que permita aplicar esta técnica a pacientes con baja concentración o motilidad espermática, permitiendo vitrificar espermatozoides hasta alcanzar el recuento mínimo necesario para realizar una inseminación intrauterina, como alternativa previa y de menor costo antes de una fecundación in vitro”, agrega el Dr. Sánchez.

Este hito marca un precedente en la aplicación de tecnologías biomédicas desarrolladas en Chile, con impacto real en la vida de miles de familias en el mundo y confirma el papel de la investigación científica en la mejora de la medicina reproductiva. “Es fundamental generar redes internacionales que permitan acceder a laboratorios e infraestructura que no siempre están disponibles en Chile. Aun así, este logro demuestra que es posible desarrollar tecnologías de impacto global desde regiones, con apoyo creciente desde las agencias públicas y una mayor articulación con el sector privado”, concluye Sánchez.