Claves para un sistema de gestión de calidad digital exitoso

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Claves

ClavesPor Cristian Harnisch, gerente general de Foco en Obra

En el mundo empresarial actual, la calidad se ha convertido en un factor determinante para el éxito y la sostenibilidad de las organizaciones, un Sistema de Gestión de Calidad (SGC) representa una herramienta fundamental que permite a las empresas mantener altos estándares en sus productos y servicios, optimizar sus procesos y satisfacer las expectativas de sus clientes.

En efecto, se trata de una combinación de métodos, recursos y personal que incluye políticas, tareas y responsabilidades para alcanzar la excelencia operativa, ayudando a las organizaciones a funcionar de manera ordenada y efectiva.

Entre sus principales beneficios, permite procesos más organizados, optimizados y predecibles, menos errores y mejor rendimiento, clientes más contentos gracias a productos y servicios superiores, y siempre la opción a la mejora continua en estos procesos de la empresa.

Al respecto, la norma ISO 9001:2015 es el estándar internacional más reconocido para sistemas de gestión de calidad, esta versión se centra en elementos clave que permiten a las organizaciones adaptarse mejor al entorno empresarial moderno con un enfoque basado en riesgos y oportunidades; promoviendo liderazgo y compromiso de la alta dirección; así como una gestión del cambio y un enfoque en procesos.

Promueve la gestión de actividades como procesos interrelacionados que funcionan como un sistema coherente.

No obstante, además del aporte que un sistema de gestión de calidad realiza en mejora continua, satisfacción al cliente y estandarización de procesos, también influye positivamente en la eficiencia operativa, el cumplimiento normativo y, sobre todo, en el control de calidad, optimizando los procesos internos, reduciendo errores y minimizando desperdicios, lo que puede resultar en una mayor eficiencia y reducción de costos.

Método PDCA 

Planificar, hacer, verificar y actuar, este enfoque sistemático es un método clave para implementar un SGC exitoso.

En concreto, este método tiene cuatro fases:

  1. Planificación. Aquí se define qué se quiere lograr en términos de calidad, qué riesgos y oportunidades existen, para con esto diseñar un plan concreto para hacer los cambios. Una herramienta muy útil para determinar donde estas actualmente es el análisis FODA.
  2. Ejecución. En esta etapa del “hacer” hay que capacitar al equipo humano (deben entender que están haciendo y el por qué), validar disponibilidad de los recursos técnicos y llevar un registro detallado de todo. Esta información será la guía para anticipar problemas y mejorar continuamente.
  3. Revisión. Aquí se evalúa si los cambios están funcionando, se comparan los resultados reales con lo que se esperaba lograr (ejecutado vs planificación). Es fundamental medir y analizar los resultados de forma objetiva para saber si se va por buen camino.
  4. Mejora. Es hora de analizar todo con ojo crítico, entender qué causa y qué efecto; hacer ajustes cuando los resultados no son los esperados; investigar a fondo para encontrar la raíz de los problemas, acá te recomiendo utilizar métodos o herramientas como lo son “los 5 porqués” y “diagrama de Ishikawa”.

La implementación exitosa de un SGC requiere un enfoque integral que combine colaboración, comunicación efectiva y compromiso organizacional.  Es clave para el éxito el compromiso desde la alta dirección.

SGC Digital

Un SGC con tecnología digital elimina el papeleo tradicional y automatiza los procesos para ahorrar tiempo valioso, estandarizar procesos, minimizar errores y reducir riesgos operativos de manera significativa.

Un software especializado de calidad permite digitalizar todos los procesos, generar reportes automáticos y realizar inspecciones en tiempo real desde cualquier dispositivo, asegurando un control de calidad más eficiente y confiable.

Con todo, lo cierto es que un SGC no es solo una herramienta empresarial, sino una inversión estratégica que puede transformar completamente la manera en que opera una organización. 

Al implementar un SGC robusto, las empresas no solo mejoran sus procesos y resultados, sino que también construyen una cultura de excelencia que beneficia a todos los involucrados: desde los empleados hasta los clientes finales.

La clave del éxito radica en entender que la calidad no es un destino, sino un viaje continuo de mejora, con el compromiso adecuado, una planificación cuidadosa y la participación activa de todo el equipo, cualquier organización elevará sus estándares y destacará en su mercado.

En el entorno empresarial actual, donde la competencia es cada vez más intensa, mantener altos estándares de calidad no es una opción, sino una necesidad para la supervivencia y el crecimiento sostenible.  Más información en www.focoenobra.com