Periodontitis: Especialista de Clínica Mora Pavic advierte riesgo de subestimar el sangrado de encías

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La periodontitis, originada por una inflamación crónica de origen bacteriano, es una de las principales causas de pérdida dental en adultos.

La enfermedad es crónica, progresiva y causa pérdida de dientes, advierte la periodoncista Paula Aranda.

En Chile, el 21,6% de los mayores de 15 años la manifiesta de forma severa y su prevalencia se eleva al 69% en adultos mayores con daño clínico avanzado.

No duele, no se nota, pero puede costar los dientes y complicar el control de enfermedades como la diabetes.

La enfermedad es crónica, progresiva y causa pérdida de dientes, advierte la periodoncista Paula Aranda.

Así lo explica la doctora Paula Aranda, periodoncista de la Clínica Mora Pavic, quien entregó claves para detectarla a tiempo.

Subrayó la importancia del autocuidado bucal como parte integral de la salud.

“Si no te limpias entre los dientes, te vas a enfermar de las encías”, afirma la especialista.

Quien advierte que, con una prevalencia cercana al 99% en adultos de zonas urbanas del país. La gingivitis es una puerta de entrada a cuadros más graves. Estrés, tabaquismo, genética y enfermedades crónicas elevan el riesgo. Pero es la falta de higiene interdental la principal causa del trastorno.

Mirarse la boca, usar hilo dental a diario y acudir al dentista con la misma regularidad que se revisa la presión o el colesterol son algunas de sus recomendaciones.

El sangrado de encías, recalca Aranda, es el primer signo de alarma y no debe ignorarse. Ya que la enfermedad periodontal avanza lentamente, pero puede comprometer la funcionalidad oral y la calidad de vida.

Preocupación tardía

En Chile, las cifras del Ministerio de Salud reflejan una alta prevalencia de problemas periodontales desde la infancia.

Más del 60% de los escolares presenta inflamación en las encías antes de los doce años.

La doctora Aranda señala que el impacto de estas enfermedades suele ser invisible y desatendido. A pesar de su carácter progresivo y sus efectos sistémicos.

 “La mayoría de las personas se preocupa de sus encías recién cuando hay sangrado, pero ese es un signo tardío”, advierte.

Según la especialista, la salud periodontal ha sido históricamente relegada en la formación médica y en la conciencia ciudadana.

“La boca no está separada del cuerpo. Lo que pasa en las encías tiene consecuencias reales en todo el organismo”.

Datos recientes del perfil país de la OMS (2022) confirman la magnitud del problema: un 21,6% de los chilenos mayores de 15 años tiene periodontitis severa.

Además, entre los adultos mayores de 65 a 74 años, un 69% presenta pérdida de inserción dental avanzada, un signo de daño irreversible.

La gingivitis, en tanto, afecta a casi todos los adultos y al 66,9% de los escolares de 12 años, lo que revela un inicio temprano y escaso control.

Limpieza entre dientes

La buena noticia es que tanto la gingivitis como la periodontitis pueden prevenirse.

Una higiene bucal adecuada –con cepillado, hilo dental y limpieza entre los dientes– permite controlar la placa bacteriana, principal desencadenante de la inflamación.

“Así como vamos al oftalmólogo o nos hacemos un examen de sangre, deberíamos ir al dentista al menos una vez al año, idealmente cada seis meses”, recomienda Aranda.

El avance de la enfermedad no depende solo del descuido.

Factores como el tabaquismo, el estrés, la mala alimentación, la diabetes no controlada y la predisposición genética influyen en su aparición.

“Hay pacientes que heredan un riesgo aumentado, no la enfermedad en sí. Si tu mamá perdió los dientes porque se le soltaron, tú también podrías tener ese riesgo”, advierte. 

Más allá del cepillado tradicional, la especialista enfatiza la llamada limpieza interproximal, es decir, entre los dientes.

El uso de hilo dental o cepillos especiales es clave, ya que las bacterias tienden a acumularse en esos espacios.

“Puedes lavarte excelente por fuera, pero si no limpias entre los dientes, igual te vas a enfermar. Eso es lo que la mayoría no sabe”. 

¿Qué ocurre en pacientes diabéticos?

La periodontitis no solo es más frecuente y más agresiva en personas con diabetes mal controlada. Sino que además dificulta el manejo metabólico de la enfermedad, elevando la glicemia y aumentando el riesgo de complicaciones.

Esta relación es bidireccional y está ampliamente documentada por estudios clínicos.

Sin embargo, “en general, los médicos no derivan a los pacientes diabéticos al dentista, y eso es un gran problema”, advierte la doctora Paula Aranda.

“Así como un diabetólogo deriva al oftalmólogo por la retinopatía diabética, también debería derivar al dentista”.

La periodontitis en un paciente diabético puede avanzar más rápido y ser más difícil de tratar, debido a alteraciones inmunológicas y en el metabolismo del colágeno.

Aun así, muchos pacientes descubren recién en el consultorio dental que su enfermedad oral puede estar afectando directamente su diabetes.

En este caso, agrega, es urgente “derribar la barrera histórica que separa la boca del resto del cuerpo”. Y entender que la salud periodontal también debe formar parte de los controles habituales en pacientes con trastornos crónicos como la diabetes 

Derribar “el miedo al dentista” 

La doctora Aranda también invita a dejar atrás el temor al dentista en la población general, especialmente en quienes han pasado años sin controles o arrastran malas experiencias previas.

“Hoy existen técnicas menos invasivas y alternativas como la sedación con óxido nitroso. Lo importante es acercarse, hacerse ver. La periodontitis no se soluciona con enjuagues ni con remedios caseros”, enfatiza. 

Además, propone cambiar la mirada que limita la salud bucal al plano estético. “Nos preocupamos de las uñas, del pelo, del rostro… pero no miramos la boca. La salud de las encías no se ve hasta que ya hay daño, y entonces muchas veces es tarde. Por eso el llamado es a observarse, a conversar en familia y a integrar el cuidado bucal como parte del bienestar general”, concluye la periodoncista de la Clínica Mora Pavic.