Proyecto liderado por UFRO demostró que reducir el consumo de alimentos ultraprocesados mejora resultados en el SIMCE

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Una intervención escolar aplicada durante tres años evidenció que fortalecer los hábitos saludables puede impulsar mejoras. En los indicadores de desarrollo personal y social de los estudiantes.

Mejorar el consumo de alimentos saludables en escolares y subir el puntaje en la prueba SIMCE fue parte del desafío. Que planteó un proyecto de intervención alimentaria implementado durante tres años en un colegio de Temuco.

La iniciativa, liderada por las académicas Fabiola Henríquez Konings y Vanessa Arias Figueroa. Desde el área de Nutrición de la Universidad de La Frontera (UFRO), buscó enfrentar los altos índices de sobrepeso y obesidad. Que afecta a los escolares en la región y el país.

“Esta realidad no es exclusiva del colegio Emprender. Se repite en muchos otros establecimientos de Chile. Y por eso diseñamos un proyecto que abordara esta problemática de manera integral”, explica la académica Fabiola Henríquez.

En concreto, la intervención logró una mejora del 20% en el consumo de alimentos saludables por parte de los estudiantes. Gracias al desarrollo de talleres educativos para estudiantes y apoderados. La creación de un huerto escolar como herramienta pedagógica y la transformación del kiosco del establecimiento. Reemplazando productos ultraprocesados por una oferta saludable.

Con ello, el proyecto avanzó en dos objetivos: se impulsó una alimentación equilibrada en la comunidad educativa, reduciendo el consumo de alimentos ultraprocesados y fomentando hábitos más saludables.

Y, por otro lado, se generó una mejora en el rendimiento académico, específicamente en la prueba SIMCE. Donde el establecimiento anotó un alza de cuatro puntos en los indicadores de desarrollo personal y social. Que evalúan aspectos como convivencia, autoestima y participación.

“Estos avances fueron posibles gracias al compromiso de toda la comunidad escolar. Docentes, estudiantes, familias y el equipo del colegio. Hoy vemos transformaciones visibles en las colaciones, en la oferta del kiosco. Y en cómo se conversa sobre alimentación en las casas”, añade la académica UFRO.

Según el último Mapa Nutricional de JUNAEB, el 50,9% de los escolares chilenos presenta malnutrición por exceso. Con mayor prevalencia en 5° básico y zonas rurales. Esta situación —advierten los expertos— afecta no solo la salud física de los niños, sino también su bienestar emocional y su desempeño académico.

Estudios internacionales, como los realizados por Harvard y Cambridge. Han demostrado que una dieta rica en nutrientes. Y el hábito de desayunar regularmente se asocian a mejores resultados en lenguaje, matemáticas y pruebas estandarizadas.

“Lo que vimos en este colegio confirma que es posible mejorar el bienestar y el aprendizaje desde una intervención concreta. Pero para eso se necesita presencia de nutricionistas en los colegios y redes de apoyo que permitan escalar estas experiencias”, concluye Henríquez.