Innovación que nace en regiones: El caso Isprotec y el verdadero valor de impulsar tecnología desde Antofagasta
Por Macarena López, directora ejecutiva de Aster
En Chile hablamos mucho sobre diversificar nuestra matriz productiva, impulsar la innovación y fortalecer los ecosistemas regionales.
Pero pocas veces miramos con atención los casos concretos. Los que demuestran que no solo es posible, sino que ya está ocurriendo.
Uno de ellos es Isprotec. Una startup nacida en Antofagasta que hoy está captando la atención de la industria minera. Ello, por su capacidad de desarrollar tecnología con impacto real, escalable y global.
Desde Aster hemos sido testigos de su evolución y, más importante aún, del esfuerzo que implica emprender desde regiones. Esto, en un sector altamente competitivo y exigente como la minería.
Casos como el de Isprotec confirman una convicción que hemos defendido desde nuestra creación. Cuando existe articulación entre empresas, academia, emprendedores y apoyo especializado, las condiciones para innovar se multiplican exponencialmente.
Isprotec nació aprovechando investigaciones desarrolladas por universidades como la Universidad Católica del Norte y la Universidad Técnica Federico Santa María.
Demostró que el conocimiento generado en nuestras instituciones puede convertirse en tecnología aplicada.
Ese puente entre la investigación e industria ha sido históricamente ha sido uno de los grandes desafíos de Chile. Es precisamente el tipo de brecha que buscamos cerrar a través de la aceleración.
Su solución, el GDM-X1, es un ejemplo concreto de innovación con propósito.
Un sistema capaz de optimizar en tiempo real los procesos de flotación, anticipar desviaciones mediante análisis predictivo e integrar digitalización avanzada. Todo, en operaciones donde cada punto porcentual de eficiencia marca una diferencia gigantesca.
Esta capacidad de transformar procesos críticos y de hacerlo desde una región minera no es casualidad. Es el resultado de un ecosistema que empieza a madurar y articularse.
Como aceleradora con sede en Antofagasta y el respaldo de Escondida | BHP, en Aster entendemos que nuestra labor no es solo financiar, sino acompañar.
Mentorías estratégicas, conexión con actores relevantes, validación tecnológica y acceso a redes especializadas son piezas clave para que startups como Isprotec puedan dar el salto que la industria exige.
Haber logrado que su tecnología sea probada en uno de los yacimientos más relevantes del mundo no es un hito menor: es la demostración de que la colaboración público-privada y la articulación regional funcionan cuando se hace bien.
Ver que Isprotec fue reconocida recientemente en Expo Cobre 2024 como líder en tecnología, innovación y automatización reafirma que el talento existe, y que el desafío, nuestro desafío, es seguir creando plataformas para que ese talento pueda crecer, proyectarse y globalizarse.
Hoy la empresa ya mira hacia Perú, Australia, Canadá y otros mercados donde la minería representa retos similares. Ese impulso internacional es exactamente lo que buscamos cuando acompañamos a una startup: que las soluciones creadas en el desierto de Atacama puedan competir, sin complejos, en los grandes centros tecnológicos del mundo.
Como directora ejecutiva de Aster, creo firmemente que el país necesita más historias como esta. No solo porque generan innovación, sino porque transforman la economía desde sus territorios, diversifican capacidades locales y abren oportunidades de desarrollo profesional y tecnológico fuera de Santiago.
Impulsar empresas como Isprotec es apostar por una minería más eficiente, más sostenible y más digital. Pero también es apostar por una visión de país donde el talento regional tiene un rol protagónico. Y ese es, sin duda, el principio de una nueva etapa para la innovación chilena.
