¿POR QUÉ A MI HIJO (A) NO LE GUSTA IR AL COLEGIO O AL JARDÍN?

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Llanto, pataletas y rechazo por ir a clases, son algunas de las reacciones que algunos niños (as) pueden estar expresando a pocos días de haber iniciado el año escolar. 

Educadora de párvulos y editora de Caligrafix, entrega ideas para entender este tipo de comportamientos y sugiere algunas formas para enfrentarlo de mejor manera.

Llanto, rabietas, mal humor y desánimo por ingresar por primera vez o volver a clases. Sin duda estas son algunas reacciones de niños y niñas que pueden generar alarma en padres, madres, cuidadores y apoderados (as).

Al comenzar una nueva etapa académica muchas veces es romantizada por adultos (as), en especial, si es que, en su etapa preescolar o escolar, tuvieron una experiencia positiva,  ya que esto hace que sea aún más difícil poder comprender esta actitud negativa en torno a ir a la escuela o al jardín infantil de parte de su hija (o).

Por otro lado, el sentir como obligación, cumplir con las expectativas de los padres y, el tener que mostrar una actitud positiva frente a ir al colegio o al jardín, también puede generar un estrés adicional en los (as) pequeños (as).

Mónica Lepín, Educadora de párvulos y editora de Caligrafix, la primera editorial en Chile y América Latina en incorporar realidad aumentada a su material educativo, participa de la red Por un Chile Que Lee, que busca aportar iniciativas para enfrentar las brechas de aprendizajes en lectura de los y las estudiantes, explica que “este tipo de situaciones se dan mucho más frecuentemente de lo que se piensa, de hecho, es probable y normal que algunos niños y niñas tengan un periodo de adaptación más extenso que otros, ya que debemos recordar que cada ser es único y singular, en especial si es su primera experiencia en este ámbito.

“No debemos olvidar que niños y niñas vienen de al menos dos meses de vacaciones, donde tuvieron mucho tiempo libre para jugar y entretenerse de otra manera, y además de estar más tiempo con su familia; sin duda esto es algo que muchos niños y niñas van a extrañar. Por lo tanto es fundamental que los padres preparen a sus hijos para este nuevo ingreso escolar, independiente de la edad del niño o la niña, el diálogo, jugar a la escuela con los más pequeños, contar experiencias de los mismos adultos de sus ingresos a clases, buscar algún cuento que hable del tema para que el niño/a empatice con la situación, entre otras, es fundamental para que los estudiantes vayan imaginando como podría ser su propia experiencia.”, agrega la experta.

Cuando los estudiantes ya ingresan a clases se recomienda observar su ánimo, hacerle preguntas como, ¿qué tal estuvo tu día?, ¿fue entretenido?, ¿con quién jugaste?, ¿estuviste feliz?, ¿algo te dio tristeza?, y de ahí vamos generando un diálogo, el cual no debe ser con presión, más bien de manera sutil y tranquila.

¿Qué pasa cuando el niño o niña hace pataletas y no quiere ir a clases?

Mónica Lepín, señala que “sin lugar a dudas esto es frecuente en preescolares, quienes están viviendo su primera experiencia. Lo más importante es entender que esto es algo normal y que el periodo de adaptación puede durar varias semanas. Los padres deben mantener la calma, no transmitirles más nerviosismo del que ya tiene el niño/niña, confiar en el educador y en la comunidad escolar”.

Cuando esta situación es persistente en el tiempo, es donde debemos estar más alerta, conversar con el educador a cargo y crear estrategias pedagógicas entre la escuela y el hogar, ya que muchas veces podemos estar frente a otro tipos de dificultades y/o alguna necesidad educativa que no ha sido diagnosticada y que está generando que el estudiante no logre adaptarse y que a la larga puede traer dificultades en lo académico, en la convivencia y en el desarrollo en general.

La comunicación que se genere frente al tema con nuestros hijos, debe ser de manera positiva frente al centro educativo, y de la importancia de asistir a clases, cada familia es la encargada de identificar qué elementos podrían motivar a su hijo/a y que está presente en la escuela”.

Y, para ello, también es relevante que como padres, incentiven rutinas diarias en conjunto con los niños (as), como por ejemplo, dejar lista la mochila para el día siguiente, revisar los cuadernos o libros que deban llevar, hacer un check list de las tareas que tienen que entregar, dejar listo el uniforme para el día siguiente, la colación, etc. Es decir, convertir estas instancias en espacios lúdicos y de complicidad con los más pequeños (as).

Ahora, es ideal que no desestimemos el hecho que tal vez el niño (a) esté pasando por alguna situación familiar que lo esté afectando y que sea en parte, la razón por la cual rechazar ir a clases, por ende, también es esencial que los (as) cuidadores hagan una auto revisión de sus actitudes y de su vínculos tanto con el niño (a) como entre todos, para ver si es que tal vez haya algo en el núcleo familiar que esté causando el problema.

“No hay que olvidar que los niños y niñas, sin importar la edad que tengan, son muy receptivos (as) a las proyecciones, inseguridades y miedos de los adultos (as), por ende, también el que no quieran ir a clases pueda ser una reacción a estas emociones, por eso es importante, que si sientes que no tienes control de la situación, tengas en claro que lo mejor es pedir ayuda profesional”, agrega la especialista.

Como apoyo pedagógico y de manera paralela, los padres  o cuidadores pueden incentivar a niños y niñas a través de diferentes actividades lúdicas, ya sea con material concreto o por ejemplo utilizar cuadernos que estimulan el lenguaje de manera entretenida y dinámica.

Uno de ellos es “Jugando con los sonidos”  que tiene como propósito desarrollar la conciencia fonológica, la cual es clave en el proceso de iniciación a la lectoescritura. Se trata de una serie de cuadernos que, de manera lúdica, les permite a los más pequeños (as) explorar, en su propio ritmo, la organización de las sílabas y los sonidos de las palabras, apoyando, así, el desarrollo de la semántica y la habilidad para reflexionar y manipular de manera consciente segmentos del lenguaje oral.

Los cuadernos de actividades de la línea de Conciencia Fonológica de Caligrafix cuentan con marcadores PleIQ que otorgan experiencias interactivas de realidad aumentada estimulando visual y auditivamente las habilidades de los estudiantes.

Además, Caligrafix cuenta con múltiples alternativas educativas y de calidad para que el niño o niña se sienta motivado (a)  a seguir aprendiendo y desarrollándose en distintas áreas como matemáticas, caligrafía, entre otras que aportarán a su vida en general.

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