La búsqueda de una solución para el conflicto histórico entre el Estado y los pueblos indígenas no puede esperar. Por muy desafiante que resulte y que Chile tenga también otras urgencias, tenemos el deber de focalizar esfuerzos para avanzar hacia la paz que nos merecemos como país.
Por ello, un grupo de diez universidades del Consejo de Rectoras y Rectores de Chile -U. Alberto Hurtado, U. Bío-Bío, U. Católica de Temuco, U.Católica de la Santísima Concepción, Pontificia Universidad Católica de Chile, U. de Concepción, U. de Chile, U. Diego Portales, U. de La Frontera y U. de Los Lagos- trabajamos en analizar los resultados de las distintas comisiones formadas en los últimos 30 años, las recomendaciones de organismos internacionales y las consultas indígenas en el marco de los procesos constituyentes de 2016 y 2022, para de esta forma, dar un diagnóstico que permitiera avanzar en terreno firme hacia un plan de acción.
Se trató de un documento de 120 páginas, que nació tras una solicitud de Segpres para levantar un insumo académico relativo a marcos normativos internacionales sobre los pueblos indígenas, el cual entregamos hace un par de semanas al Presidente de la República en La Moneda y a la recién creada Comisión para la Paz y el Entendimiento contribuyendo para la anhelada paz que tanto necesita el país y en particular la Región de La Araucanía.
Titulado “Informe de sistematización de las recomendaciones al Estado de Chile en materia de tierras y derechos del pueblo Mapuche”, el documento concluye que hay un dolor en este pueblo originario, que nace a partir de una serie de promesas incumplidas de parte del Estado, y que a través de este dialogo aspiramos mitigar.
Ahora la comisión iniciará una hoja de ruta –que espera concluir a fines de 2024- donde buscará, entre otros aspectos, analizar experiencias internacionales para establecer canales de diálogo con los distintos actores involucrados en los territorios. Con ello, se espera que puedan elaborar una propuesta que permita llegar a un acuerdo sobre la demanda de tierras existente, diversificando mecanismos de reparación, y entregando sugerencias de reformas legislativas e institucionales para alcanzar esos objetivos.
Como rector de Universidad de La Frontera, estoy convencido que debemos seguir fortaleciendo la relación para reconstruir las confianzas con los pueblos indígenas. Lo hemos trabajado dentro de la universidad, con el desarrollo de una política de interculturalidad, sumado a mecanismos de acompañamiento a los estudiantes mapuche y la elaboración de investigaciones y proyectos al alero del Instituto de Estudios Indígenas e Interculturales desde hace más de 25 años. Pero aún queda mucho por avanzar y es por ello que tengo esperanza en el trabajo que inicia la comisión.
Será un camino que va a requerir mucho diálogo y, sobre todo, escucha y apertura respecto de los requerimientos del pueblo mapuche, así como también de las víctimas de la violencia, que no deben ser dejadas de lado.
De esta manera, esperamos, por el bien de Chile, que seamos capaces de encontrar la paz y lograr un entendimiento con los pueblos indígenas, para así construir un Chile que, desde el diálogo, la reflexión y una relación transparente se encamina hacia un desarrollo para todos quienes habitamos este territorio. Las universidades estamos disponibles para trabajar en este tema de manera comprometida y colaborativa, a través de nuestras capacidades académicas, intelectuales y técnicas.
Eduardo Hebel, rector de Universidad de La Frontera