Frente al riesgo de incendios, normalmente esperamos que los sistemas de detección sean los que nos protejan. Sin embargo, es incluso más importante que los materiales utilizados sean a prueba de incendios. En este sentido, uno de los elementos de riesgo más importantes a atacar son los cables eléctricos, ya que están cubiertos con plástico, un material que por definición es inflamable y eventualmente tóxico. Por eso es crítico que las exigencias nacionales para instalaciones eléctricas incorporen los más altos estándares mundiales de resistencia al fuego para los cables.
“Los cables eléctricos tradicionales son un elemento de riesgo adicional en caso de incendio, ya que poseen una resistencia al fuego muy limitada y al calentarse emiten humos con alto contenido de gases tóxicos y opacos que dificultan la evacuación”, alerta Gonzalo Ureta gerente general de COVISA (https://covisa.cl/).
Según estándares internacionales, existen distintos grados de resistencia al fuego para los cables eléctricos, siendo la “categoría A” la de mayor seguridad. Lamentablemente en Chile solo se exige la “categoría C” para recintos tan críticos como hospitales. Es crucial que hoy en día, sin importar el sector, el enfoque en la seguridad frente a incendios se convierta en un pilar fundamental de cualquier instalación eléctrica.
Según explica Ureta, “la categoría C es la más básica en términos de requisitos y seguridad. Si bien ofrece cierto nivel de resistencia al fuego, este no es suficiente, ya que proporciona tiempos de resistencia muy limitados, aproximadamente 20 minutos. Esto es especialmente preocupante si pensamos en instalaciones con una alta concentración de personas, como hospitales, estadios, aeropuertos y lugares de difícil evacuación”.
El cable RZ1-K NOFIRE de “categoría A”, desarrollado recientemente por COVISA, posee las más altas las cualidades en lo que respecta a su comportamiento frente al fuego. “Con una reducción del 52% en la propagación del fuego y una mejora del 75% en el tiempo de autoextinción, estos cables están diseñados específicamente para aumentar las posibilidades de supervivencia de las personas en caso de un incendio. Además, contribuyen a minimizar el impacto y los daños en la industria, construcción o infraestructura donde se produce el incendio”, explica el gerente general de COVISA.
Con este innovador producto, COVISA aspira a dar un paso adelante en términos de seguridad y “lograr que conductores de categoría A, como el nuevo RZ1-K NOFIRE, se conviertan en el estándar en cables de seguridad para todas las instalaciones eléctricas interiores. Hospitales, estadios, colegios, aeropuertos o lugares de difícil acceso para equipos de emergencia y evacuación debieran contar con cables eléctricos que eviten al máximo la propagación del fuego, elevando su estándar a categoría A”.
“El normalizar el uso de conductores de categoría A representaría un avance significativo en términos de seguridad para Chile: proporcionaría a las personas una diferencia crucial en la supervivencia en situaciones de emergencia” comenta Ureta.
Los conductores de categoría A fabricados por COVISA son sometidos a rigurosas pruebas de propagación de llama y autoextinción, lo que garantiza un comportamiento excepcional en caso de incendio. Estas propiedades y atributos están certificadas por el laboratorio independiente CESMEC – Bureau Veritas.
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