32% DE ESTUDIANTES SUFREN DE BULLYING: ¿CÓMO DETENEMOS EL ACOSO ESCOLAR?

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Según un informe de UNESCO, un 32% de los estudiantes del mundo son víctimas de bullying.

Francisca Sáez, Directora Ejecutiva, Corporación Educacional Eventuras, especializada en aprendizaje socioemocional y, proveedor exclusivo en Chile del programa para niveles iniciales Second Step®, creado por el Committee for Children entrega recomendaciones para hacer frente a este fenómeno negativo desde el aula. 

El bullying o acoso escolar y el cyberbullying causan más de 200.000 muertes al año en el mundo. El bullying se define como un comportamiento negativo, intencionado y repetitivo, implicando un desequilibrio de poder social o físico. El bullying puede ocurrir en diversos entornos, pero es especialmente preocupante cuando sucede en el contexto escolar.
El bullying puede tener un impacto significativo en el entorno escolar y obstaculizar el éxito académico de los estudiantes. Este comportamiento puede afectar el rendimiento académico, influir en la asistencia e incluso contribuir a la deserción escolar. Estas consecuencias no solo recaen en aquellos que son víctimas del acoso o lo perpetran, sino también en aquellos que son testigos de estas situaciones.

¿Y qué pasa en Chile?

En nuestro país, la situación es la siguiente: De acuerdo a la ONG internacional Bullying sin fronteras, entre 2020 y 2022 se registraron casi 6 mil casos graves de acoso escolar en Chile. De ellos, 2.516 de los casos sucedieron en la Región Metropolitana, considerada como una de las zonas del país con más casos registrados en el período señalado.

A la vez, de acuerdo al estudio “Efectos de la pandemia en el bienestar socioemocional de los niños y adolescentes en Chile y en el mundo” difundido en marzo de 2023 por Centro de Estudios Públicos Chile (CEP CHILE) revela conclusiones que evidencian este contexto. “El cierre de los establecimientos educacionales y otras consecuencias de la pandemia conllevaron un deterioro en la salud mental de niños y adolescentes en Chile y el mundo, para quienes las interacciones sociales y el juego son un aspecto fundamental de su desarrollo socioemocional”, indica la investigación.

“Con todo, la política de salud mental en Chile requiere, además de una mirada a largo plazo, tener presente consideraciones que van desde el diseño de los programas implementados en los establecimientos hasta la superación de barreras a nivel nacional propias de un país en desarrollo”, agrega el estudio.

En este sentido, las escuelas y los\as docentes desempeñan un papel crucial en la prevención y abordaje del bullying en las clases.

Francisca Sáez, Directora Ejecutiva, Corporación Educacional Eventuras, especializada en aprendizaje socioemocional y, proveedor exclusivo en Chile del programa para niveles iniciales Second Step®, creado por el Committee for Children, explica que “Numerosos estudios sostienen que las dinámicas sociales y las habilidades socioemocionales influyen en la participación de los estudiantes en conductas de acoso escolar y determinan la identidad de víctimas y victimarios. Las secuelas del bullying pueden perdurar hasta la adultez, manifestándose en forma de depresión, ansiedad y aislamiento en aquellos que fueron víctimas. Asimismo, los estudiantes que perpetran el bullying también experimentan consecuencias, ya que muchos de ellos enfrentan un elevado riesgo de abuso de sustancias, bajo rendimiento académico y otras adversidades.

Un tercer papel en este fenómeno lo desempeñan los espectadores. A nivel mundial, se estima que seis de cada diez niños son testigos de situaciones de bullying diariamente. Estos observadores pueden experimentar las mismas consecuencias negativas que las víctimas o agresores.

Para abordar eficazmente el problema del bullying en las escuelas, la evidencia respalda la implementación de tres pasos esenciales: en primer lugar, es imperativo establecer políticas y protocolos claros para la prevención, detección y las consecuencias del bullying. En segundo lugar, todo el personal docente debe estar equipado con las herramientas necesarias para prevenir, detectar e intervenir en casos de acoso. Por último, se hace indispensable la enseñanza explícita de habilidades socioemocionales, fomentando una cultura escolar donde valores como la empatía y la amistad sean fundamentales.”