Con una planta piloto y el trabajo de expertos de Fraunhofer Chile y Alemania se desarrollará la iniciativa que tiene como objetivo reducir costos y aumentar la eficiencia en la producción de combustibles sintéticos verdes, para su fabricación a gran escala.
Se trata del proyecto chileno-alemán Power-to-MEDME, cuyo objetivo es producir metanol y su derivado éter dimetílico (DME); alternativas con gran potencial para reemplazar combustibles fósiles en la minería y la industria pesada.
Este comprende la construcción de una planta piloto en el norte de Chile y una investigación financiada por el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania con más de 11 millones de euros. Ideada por Fraunhofer Chile Research, será guiada por Fraunhofer IEE y participarán seis institutos más de la red de institutos alemanes, la Universidad RWTH de Aquisgrán, el Instituto de Investigación de Economía Educativa y Social FiBS, la cámara de comercio de Alemania en Chile, AHK y la Universidad Adolfo Ibáñez.
El objetivo es reducir los costos y aumentar la eficiencia de los distintos procesos involucrados en la fabricación de estos combustibles sintéticos y con ello facilitar su producción a gran escala.
Los expertos abordarán toda la cadena, desde la producción de hidrógeno verde a partir de energía solar, pasando por la captura de CO2, necesaria para llegar a la última etapa de producción de DME.
Con una duración de dos años, el estudio también incluye aspectos económicos, logísticos y socioeconómicos en la producción de gran escala.
“Uno de los elementos críticos en la transición energética es la descarbonización de la minería y la industria pesada que utiliza maquinaria de gran demanda energética y que es dependiente de los combustibles fósiles. La clave es sustituirlos por alternativas renovables y, para que esta transformación sea posible, es indispensable impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías que hagan viable su aplicación, desde el punto de vista técnico y económico, tal como lo hace este proyecto”, señala el Dr. Frank Dinter, director del Centro de Tecnologías para Energía Solar (CSET) de Fraunhofer Chile Research.
En este sentido, Lars Metkemeyer, Project Manager de CSET y gestor de la iniciativa indica que ”el DME es una alternativa limpia que puede producirse a partir de fuentes renovables. Sus propiedades son similares a las del GLP y el diésel, lo que lo convertiría en una molécula limpia para su transporte, manejo y uso en procesos de combustión, reduciendo significativamente, no sólo el CO2, sino también contaminantes locales como partículas, NOx y SOx. Esto abre una gran oportunidad para el transporte nacional e internacional, ayudando a Chile en su empeño por convertirse en líder mundial en la producción de energías renovables”.
Por lo mismo, la investigación aborda el análisis y preparación de una ruta hacia Alemania, que en un futuro deberá cubrir su demanda de hidrógeno verde y productos derivados, principalmente a través de importaciones. “Estamos haciendo una contribución significativa para aprovechar el potencial de Chile en la producción de fuentes de energía neutras en CO2. De este modo, no solo optimizamos la cadena de procesos de generación, sino que también buscamos posibles mercados de venta y modelos de negocio, tanto a nivel nacional como internacional”, explica la directora del proyecto, la Dra. Ramona Schröer, de Fraunhofer IEE.
“El emplazamiento previsto es uno de los más atractivos del mundo porque combina las excepcionales condiciones de irradiación solar con una infraestructura muy bien desarrollada, un ecosistema de proveedores, la conexión con puertos industriales y uno de los distritos mineros más grandes del mundo para el uso local del hidrógeno verde y sus derivados”, agrega Metkemeyer.
Otro componente importante del proyecto es el desarrollo sostenible y la transferencia de conocimientos locales. Esto incluye la formación de ingenieros y técnicos para la construcción y operación de la planta.