INFORME GLOBAL DE BRECHA DE GÉNERO 2024 DEL WORLD ECONOMIC FORUM FUE PRESENTADO EN LA UNIVERSIDAD ADOLFO IBÁÑEZ

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El reporte de la entidad, de la cual la Escuela de Negocios UAI es partner en Chile, revela una leve alza -de 0,1 puntos porcentuales- respecto al indicador del año anterior. 

Santiago, 12 de julio de 2024. Los principales hallazgos del Informe Global de Brecha de Género 2024 (Global Gender Gap) elaborado por el World Economic Forum (WEF), organismo del cual la Escuela de Negocios UAI es partner en Chile, fueron presentados hoy en la sede de Postgrados de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Según expuso en la oportunidad Francisca Pérez, académica de la Escuela de Negocios experta en macroeconomía, mercados laborales y brechas de género, la nueva versión del informe reporta un nivel de 69% de reducción de brecha máxima entre hombres y mujeres. Lo anterior representa una leve mejora (0,1 puntos porcentuales) respecto al indicador del año 2023. “En el caso teórico de que se continuara a esta velocidad de mejora, el informe global dice que se necesitarían 134 años para alcanzar la plena paridad. De esta manera, si bien se registran avances, éstos son bastante lentos”, afirmó la economista.

El reporte establece también que ningún país ha alcanzado aún la paridad, pero las 5 primeras economías en el ranking han cerrado al menos un 82% de la brecha (Islandia, Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda y Suecia). Islandia encabeza el ranking por décimo quinto año consecutivo, habiendo cerrado un 94% de la brecha.

Chile, en tanto, avanza 6 puestos en el Ranking 2024 respecto al año anterior, subiendo de la posición 27 a la 21 del ranking. El índice de brecha entre hombres y mujeres mejoró también en 0,4 puntos porcentuales, con un cierre de brecha de 78%, quedando aún un 22% de la brecha por cerrar

“El avance principal se da en el subíndice de participación económica y oportunidades. La mejora se da en cada una de las áreas que evalúa este subíndice: brecha de participación laboral, de ingresos y de acceso a posiciones de liderazgo. Así, se acorta la brecha de participación entre hombres y mujeres, que sube 10 puestos, ocupando el lugar 88; se reduce la brecha de ingresos entre hombres y mujeres, que sube 19 puestos, situándose en el lugar 82, y mejora el acceso de las mujeres a cargos de liderazgo, aumentando 4 lugares, y ubicándose de esta forma en el puesto 88”, detalló.

Pérez agregó que, pese al avance de este año, el subíndice de participación económica y oportunidades, junto con el de representación política, son las dimensiones más rezagadas. Aquí, los indicadores de salud y supervivencia; y representación política, no registran cambios interanuales en 2024. Por su parte, el subíndice educacional, por el mismo hecho que se mantiene como uno de los más cercanos a la paridad completa, registra algún retroceso en términos de puntaje (-0,4 puntos porcentuales).

“Como los subíndices tienen un techo de 1 (cuando se alcanza la igualdad entre hombres y mujeres), que varios países pueden alcanzar a la vez, los países pueden cambiar fuertemente de lugar en el ranking sin cambiar mayormente su puntaje”, explicó la académica.

Desafíos que persisten para mujeres en el mundo corporativo y laboral

La académica de la Escuela de Negocios UAI Francisca Pérez, esbozó también una serie de desafíos que se desprenden del informe del WEF. 

Baja participación laboral. Mejora la paridad en participación laboral en esta medición y se ve una recuperación a los niveles pre-pandemia, pero sigue siendo baja en perspectiva histórica. Además, las mujeres tienen tasas de desempleo mayores y cuando logran emplearse lo hacen bajo peores condiciones laborales.

Persiste una marcada segregación horizontal y vertical. Las mujeres están sub-representadas en la participación laboral, por industria y en posiciones de liderazgos. Esto ocurre no solo porque se produce una “fuga de talentos” en el camino hacia la cima, sino porque ha caído la contratación en puestos de liderazgo. A medida que las mujeres van subiendo en la escala laboral su representación cae: desde 46% en las posiciones de entrada a 25% en las de máxima responsabilidad (C-suite, como CEO, CFO). Asimismo, luego de alcanzar supeak en la pandemia, la contratación de mujeres en posiciones de liderazgo ha seguido cayendo.

Brecha de género en networking. Las redes profesionales de los hombres son más grandes y sólidas. Ellos hacen conexiones más rápido que las mujeres, sus redes son más cercanas y dispersas. La calidad de las redes tiene impacto en promoción, retención y progresión de las carreras laborales.

Transformación tecnológica

De acuerdo a la académica de la Escuela de Negocios UAI, la transformación tecnológica se presenta especialmente desafiante para las mujeres.

Así, la proporción de mujeres en ocupaciones STEM (Science, Technology, Engineering, and Mathematics) ha ido creciendo marcadamente en el tiempo. Sin embargo, su participación en estas ocupaciones aún está por debajo de la de hombres. “De hecho, la fuga de talentos es más pronunciada en las ocupaciones STEM”, acotó.

Por otra parte -agregó- las empresas buscan cada vez más trabajadores alfabetizados tecnológicamente y con habilidades en ingeniería de IA (diseñar, desarrollar e implementar sistemas y soluciones de inteligencia artificial). “Según datos de Linkedin, la cantidad de talento feminino en estas áreas se ha duplicado desde el año 2016, pero la brecha respecto a los hombres sigue bastante elevada”, afirmó Pérez.

“Pensando hacia el futuro, el informe también constata que persiste una importante brecha en cuanto al tipo de habilidades que adquieren hombres y mujeres en las capacitaciones laborales. Utilizando datos de la plataforma Coursera, las mujeres se inscriben en una menor proporción que los hombres en cursos que entregan habilidades para el futuro del trabajo”, sostuvo la economista.

“Por último, hombres y mujeres tienen percepciones diferentes respecto a las habilidades que requieren sus trabajos, sobre todo cuando se relaciona con habilidades tecnológicas versus habilidades de liderazgo, adaptabilidad o colaboración entre pares. Ellas esperan también que las habilidades que van a requerir en sus empleos en los próximos cinco años cambie menos, además de tener menos claridad de la dirección de estos cambios”, concluyó.