PREPARARSE PARA LO INESPERADO: ¿POR QUÉ LOS CHILENOS DEBEMOS EDUCARNOS EN SEGUROS GENERALES?

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Por Ricardo Quezada Botto, gerente Comercial de Unnio Seguros Generales

En un país como Chile, en el que la geografía y el clima presentan desafíos únicos, la importancia de estar adecuadamente protegido frente a diversos riesgos es innegable. Sin embargo, un aspecto clave que a menudo se pasa por alto es la educación relacionada con los Seguros Generales. Entender cómo funcionan estos seguros y por qué son necesarios puede marcar la diferencia entre estar preparado para enfrentar una eventualidad o sufrir consecuencias financieras significativas.

Los Seguros Generales, que incluyen coberturas para el hogar, vehículos y más, son herramientas esenciales que permiten a las personas protegerse frente a pérdidas inesperadas. Sin embargo, para que estos seguros cumplan su función de manera efectiva, es crucial que la población esté educada sobre cómo funcionan, qué coberturas ofrecen y cómo elegir la opción más adecuada según sus necesidades.

En nuestro país, la exposición a riesgos naturales es una realidad constante. A pesar de esto, muchos chilenos no cuentan con seguros adecuados que los protejan frente a estos eventos. Esta situación subraya la necesidad de una mayor concientización y educación financiera para que las personas comprendan los beneficios de tener un seguro que les permita reconstruir su vida en caso de un desastre natural. Un ejemplo claro es el ocurrido el año 2010, tras el terremoto que prácticamente botó a gran parte de nuestro país; los seguros contratados permitieron mitigar las pérdidas económicas y la recuperación de personas naturales y empresas; se realizaron pagos por cerca de US$ 8 mil millones en daños asegurados y a diciembre de ese mismo año, se había liquidado el 99% de los siniestros habitacionales, con indemnizaciones que superaron los US$ 1.200 millones.

Pero la educación financiera en seguros no debe limitarse solo a la protección frente a grandes desastres. Es igualmente importante que las personas comprendan cómo estos seguros pueden proteger su vida cotidiana. Por ejemplo, los Seguros Hogar no solo cubren daños estructurales provocados por un terremoto o un incendio, sino que también pueden incluir coberturas para robos, daños a terceros e incluso asistencia en situaciones de emergencia, como una fuga de agua.

Para que esta educación pueda ser posible, es fundamental que tanto el sector asegurador como las instituciones educativas y el gobierno trabajen en conjunto para impulsar programas de educación financiera que incluyan una comprensión profunda de los Seguros Generales. Solo así se podrá garantizar que la población esté adecuadamente informada y preparada para tomar decisiones que protejan su bienestar y el de sus familias.

Tenemos que entender que la educación financiera en Seguros Generales no es un lujo, sino una necesidad. Solo así, podremos valorar la importancia de estos seguros como una clave para construir una sociedad más resiliente y segura.