En el contexto de la educación en Chile, la deserción escolar se ha convertido en un desafío persistente y alarmante. En 2023, según data del Mineduc, algo más de 50.000 alumnos abandonaron el sistema escolar y alrededor de un 35% presentó ausentismo grave. Estas cifras son una llamada de atención sobre la necesidad de abordar la asistencia escolar desde los primeros años, no solo para garantizar un desarrollo integral del niño, sino también para prevenir futuros problemas educativos.
La asistencia regular en los primeros años de vida escolar es clave para el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales. Los niños que asisten a clases de manera constante en la educación parvularia tienen una mayor probabilidad de éxito académico en etapas posteriores.
El programa Kinder Power, implementado por la Fundación Familias Primero, ha demostrado que la participación en programas de educación temprana incrementa significativamente las tasas de asistencia escolar, lo que impacta positivamente en la motivación y adaptación de los estudiantes al sistema formal. Además, un ambiente educativo estructurado desde la infancia fomenta la adquisición de rutinas y hábitos que son esenciales para el éxito a largo plazo.
En este contexto, la campaña “Presente en Clases ¡La Magia de Ir al Colegio!” fue lanzada en junio de 2023 por la Fundación Familias Primero como parte del programa Kinder Power. Su objetivo principal fue revertir la tendencia de inasistencia que suele intensificarse en este mes crítico debido a factores como el clima adverso y el cansancio acumulado. Esta campaña se enfocó en niños y niñas de 4 a 6 años de edad, quienes históricamente han sido los más vulnerables al ausentismo. Implementada en 88 establecimientos educativos de 11 regiones, alcanzó a más de 1.500 niños participantes del programa Kinder Power.
El hecho de que el 46% de los niños que participaron en la campaña lograran una asistencia perfecta en junio muestra que, cuando los estudiantes y sus familias están comprometidos, los resultados son evidentes. A su vez, la campaña logró elevar la asistencia a un promedio del 91% en varias regiones, lo que representa un incremento de entre 6 y 7 puntos porcentuales respecto a meses anteriores.
También, toda la familia experimenta un impacto positivo. La educación regular de los niños ayuda a establecer rutinas en el hogar que permiten una mejor organización y reducción del estrés familiar. Estas rutinas no solo promueven el bienestar emocional del niño, sino que también liberan tiempo para los padres, quienes pueden aprovechar estas oportunidades para enfocarse en el trabajo, estudios u otras actividades. En particular, la asistencia escolar contribuye a que las madres, en muchos casos, accedan a oportunidades laborales más estables y estructuradas.
Además, la asistencia escolar regular fortalece el vínculo entre padres, cuidadores y el entorno escolar. Por eso, programas como Kinder Power incluyen a los apoderados en el proceso educativo y, por lo tanto, no solo mejoran la asistencia de los niños, sino que también fomentan una cultura familiar que valora la educación desde una edad temprana. El éxito de estos programas refuerza la importancia de un enfoque integral que abarque tanto al niño como a su familia.
Anne Traub, directora ejecutiva de Fundación Familias Primero