.- La posibilidad de obtener la nacionalidad italiana por descendencia es más accesible de lo que se piensa. En el mundo, más de 80 millones de personas podrían ser elegibles para esta ciudadanía, y la cantidad de descendientes de italianos viviendo fuera de este país europeo ya supera la población del país.
En Chile, se estima que alrededor de 1,3 millones de personas son potenciales ciudadanos italianos, muchos de los cuales desconocen su situación. Para aquellos que deseen explorar esta oportunidad, los profesionales de AIM Global, entregan detalles sobre los pasos a seguir y requisitos:
Italia no impone un límite generacional para la ciudadanía por descendencia, permitiendo que los descendientes de italianos directos adquieran la nacionalidad, siempre que puedan demostrar su línea de ascendencia y cumplir con los requisitos legales.
Línea Materna Pre-1948: La regla de 1948 se originó a partir de una ley de ciudadanía de 1912 que permitía sólo a los hombres transmitir la nacionalidad italiana a sus hijos. Sin embargo, con la aprobación de la Constitución italiana el 1 de enero de 1948, también se permitió a las madres italianas la transmisión de la nacionalidad a los hijos nacidos después de dicha fecha.
Línea Materna Post-1983: En 1983, ser revisó la ley de 1912 y se declaró inconstitucional debido a la discriminación de género. Se promulgó una nueva ley que elimina las limitaciones de género y reafirma el derecho a las mujeres transmitir la ciudadanía italiana a sus descendientes. A pesar de esta nueva ley, las complicaciones en ciertos casos son eminentes, y por lo general los descendientes nacidos antes de 1948 deben reclamar su ciudadanía mediante juicios.
“El proceso de obtención de la ciudadanía italiana por descendencia, se puede realizar de dos maneras. La primera opción es a través de la vía administrativa, que es la forma más común y que se puede llevar a cabo en el consulado o en Italia. Las ventajas de esta alternativa es que es un proceso de menor costo para el caso del consulado, pero con altos tiempos de demora por lo que toma encontrar citas”, señala Caterina Utili, Gerente General de AIM Global.
La otra alternativa, según explica la profesional, es la vía judicial, la cual es utilizada en caso de rechazo o no respuesta de la vía administrativa o para los casos de hijos nacidos por mujeres ciudadanas italianas previamente a 1948. Las ventajas en este caso, son la revisión exhaustiva y transparencia en la toma de decisiones. El proceso sí, es más costoso.
Obtener la ciudadanía italiana no solo permite vivir y trabajar en Italia, sino también en cualquier país de la Unión Europea. Adicionalmente, el pasaporte italiano facilita los viajes, ofreciendo acceso sin visado a numerosos destinos.
“Es crucial reunir la documentación que conecte cada generación con pruebas claras y consistentes, es decir, comprobar la ausencia de interrupciones en la transmisión de la nacionalidad, creo que el proceso se hace mucho más llevadero cuando se cuenta con la asesoría de expertos, lo que también puede acelerar el proceso”, agrega Cate Utili.
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