Alta dirección comprometida, vinculación con el entorno y transparencia destacan entre los elementos esenciales para la transición.
Las fuerzas que impulsan o ralentizan la transición hacia la sostenibilidad en compañías con operaciones en Chile; los principales enfoques mediante los cuales las empresas están abordando esta transición, y una guía práctica para las empresas que aspiran a incorporar la sostenibilidad como un pilar fundamental de su modelo de negocios, forman parte del contenido central del estudio “Hacia estrategias integradas de sostenibilidad empresarial”.
El reporte, realizado por el Centro Futuros Empresariales de la Escuela de Negocios UAI y AmCham Chile, es parte de la serie Integración de la sostenibilidad en la estrategia de negocios y complementa la investigación realizada por ambas entidades en 2021.
Este segundo estudio fue presentado el miércoles 2 de octubre en un encuentro efectuado en la sede Errázuriz de la Universidad Adolfo Ibáñez, que contó con la presencia de Juan Carlos Jobet, decano de la Escuela de Negocios; Paula Estévez, gerente general de AmCham Chile; José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de CORFO, y los autores del estudio, Magdalena Aninat y Esteban Koberg -directora del Centro Futuros Empresariales UAI y profesor investigador de la Escuela de Negocios, respectivamente. Participaron también, a través de un panel de conversación, Eduardo Rojas, presidente de Aramark Latinoamérica; Rafael Santo, gerente general Chile, Perú y Bolivia de Michelin, y Diego Yarur, gerente de la División de Desarrollo Corporativo e Internacional de BCI.
En la oportunidad, Paula Estévez, de AmCham, destacó la importancia que tiene el sector privado para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, parte fundamental -según calificó- de la sostenibilidad. “Creemos que el sector privado es y debe ser parte de la solución”, afirmó.
Por su parte, el decano Juan Carlos Jobet reafirmó que “es imposible resolver el cambio climático sin negocios, porque lo que hay que hacer en esencia es transformar el sector energía, el sector transportes, la minería, y esa transformación la van a hacer las empresas”.
Hacia estrategias integradas de sostenibilidad empresarial
El estudio, basado en entrevistas a algunas de las 66 empresas participantes en el reporte efectuado en 2021, busca identificar y difundir los pilares centrales para transitar hacia la integración de la sostenibilidad en la estrategia de negocios, sobre la base del conocimiento sistematizado de literatura académica y mejores prácticas empresariales.
En su primera parte, el reporte identifica los factores que impulsan (o ralentizan) una estrategia integrada de sostenibilidad. En este ámbito, resulta clave una visión de largo plazo; el compromiso e involucramiento de la alta dirección -en particular, el dueño-, y el “doble rol de los colaboradores”.
“Por un lado, la integración de la sostenibilidad influye en la capacidad de una compañía de atraer y retener talento, sobre todo quienes se sienten movilizados por un propósito, pero al mismo tiempo la cultura organizacional influye en la capacidad de una organización de integrar la sostenibilidad transversalmente”, explicó la directora del Centro Futuros Empresariales de la Escuela de Negocios UAI, Magdalena Aninat.
A los factores antes mencionados se suman las dinámicas de la cadena de valor (comunidades, clientes y proveedores) y las dinámicas externas (relacionadas con inversionistas, regulación y nuevos productos).
A continuación, el reporte describe cómo enfocan las empresas estas dinámicas movilizadoras. Aquí, identifica dos tendencias o dimensiones: “orientación de largo plazo” y “apertura al entorno”.
El académico Esteban Koberg detalló que la primera tiene que ver con el involucramiento del directorio en materia de sostenibilidad; la compensación de ejecutivos asociada a metas socioambientales; la implementación de políticas de producción limpia, y la implementación de políticas de sostenibilidad en la cadena de suministro. La apertura al entorno, en tanto, se relaciona con la entrega consistente de información de sostenibilidad a stakeholders; procesos de vinculación con stakeholders externos, y participación en convenios y certificaciones voluntarias.
De acuerdo a cómo se combinan estas dos dimensiones, el estudio identifica cuatro tipos de enfoques de las empresas de estas dinámicas movilizadoras.
El enfoque normativo -20% de la muestra- tiene como prioridad el cumplimiento legal. La sostenibilidad se puede percibir como un costo a minimizar y no se impulsan transformaciones en el modelo de negocio. El enfoque prudente -29% de la muestra- prioriza la gestión de riesgos asociados a la sostenibilidad y la eficiencia en la asignación de recursos. Su menor apertura al entorno limita la capacidad de capturar oportunidades de manera temprana y la integración de la sostenibilidad avanza cuando se despejan las incertidumbres.
El enfoque táctico -10%- tiene como prioridad mejorar la reputación y obtener “quick wins”. Hay un compromiso con mantener una comunicación clara y responsable con los stakeholders. A raíz de la orientación de corto plazo, las iniciativas de sostenibilidad no se acompañan con inversiones ni cambios culturales profundos. Finalmente, el enfoque estratégico -41%- prioriza mitigar riesgos y capturar oportunidades de sostenibilidad. Se asignan recursos con visión de largo plazo y se potencia la innovación. Además, se fortalece la capacidad de adaptación y aumenta la legitimidad social.
El estudio concluye que existen tres dimensiones clave para avanzar hacia una estrategia integrada de sostenibilidad: la alta dirección, la vinculación con el entorno y la transparencia. “La alta dirección debe definir una estrategia de sostenibilidad integrada basada en una visión a largo plazo con objetivos a corto y mediano plazo, y una gobernanza adecuada para asegurar su implementación”, señaló Magdalena Aninat.
Asimismo, es fundamental impulsar estrategias para que la vinculación con clientes, colaboradores, proveedores y la comunidad “sea movilizadora de la integración de la sostenibilidad en la compañía” y, en términos de la transparencia, implementar sistemas de medición y reportabilidad.
Descarga el estudio AQUÍ