El segmento de artículos de lujo personal experimentó su primera desaceleración desde la Gran Recesión, excluyendo el Covid, ya que los consumidores están recortando sus gastos.
En tanto, las categorías que han visto un crecimiento se centran en experiencias, como la hostelería y la gastronomía, y en productos orientados a personas con un alto poder adquisitivo.
El último informe de la consultora, Bain & Company, en colaboración con Altagamma, la asociación italiana de fabricantes de artículos de lujo reveló que el gasto mundial en esta categoría alcanzará casi 1,5 mil millones de euros en 2024, manteniéndose relativamente plano con una tasa de crecimiento de entre el -1 y el 1% interanual.
Los consumidores de este tipo de bienes se han visto enfrentados a la incertidumbre macroeconómica mundial y a la permanente alza de precios por parte de diferentes marcas, razón por la que han recortado sus gastos.
Por el contrario, los clientes de productos de gama alta siguen aumentando su cuota de consumo, aunque manifiestan una pérdida progresiva de la sensación de exclusividad.
“El gasto en lujo ha mostrado una notable estabilidad, a pesar de la incertidumbre macroeconómica, impulsado en gran medida por el apetito de los consumidores por las experiencias de primer nivel. Sin embargo, hemos visto que 50 millones de consumidores han optado por abandonar la categoría en los últimos dos años. Esto es una señal importante para las marcas de que es hora de reajustar sus propuestas de valor para recuperar clientes, sobre todo los más jóvenes”, afirmó Marcial Rapela, socio y responsable de la oficina de Bain & Company en Santiago.
Por tipo, las experiencias de lujo siguen manteniendo su tracción a medida que los consumidores desplazan el gasto hacia viajes y eventos sociales, favoreciendo la personalización y bienestar por encima de los bienes tangibles.
Al mismo tiempo, yates, coches y jets están despertando un gran interés en los clientes con un alto poder adquisitivo.
En la misma línea están los productos de belleza, sobre todo las fragancias, que siguen atrayendo ventas debido a que los consumidores se inclinan por los “pequeños caprichos”.
Al igual que los anteojos, subcategoría que también experimentó un impulso positivo, donde las personas se sienten atraídas por una mayor creatividad de las marcas y firmas especializadas de gama alta.
La joyería se mantiene fuerte, especialmente la alta bisutería, por un comportamiento positivo en el mercado estadounidense. Mientras tanto, los relojes, productos de cuero y los zapatos han experimentado una ralentización a medida que los consumidores reducen sus compras y se muestran cada vez más selectivos, aunque los pequeños accesorios de cuero y los artículos de iniciación siguen interesando a la Generación Z.
Aun así, a medida que los consumidores buscan compras de valor, el mercado de segunda mano continúa ganando fuerza a través de los artículos de joyería, herencia y piezas de cuero.
Mercado de lujo por regiones
Américas
Estados Unidos muestra luces verdes con una trayectoria trimestral al alza, a pesar de la fluctuación de la confianza de los consumidores y la ralentización del tráfico peatonal en las principales ciudades. Fuera del país, los resultados están más polarizados: Canadá sigue luchando contra la falta de turistas chinos, mientras que México y Brasil registran notas positivas.
Asia-Pacífico
Japón sigue liderando el crecimiento global del lujo debido al tipo de cambio favorable y los aumentos asociados en el gasto turístico durante la primera mitad de 2024, sin embargo, esta tendencia parece ralentizarse tras el último ajuste de precios. Por el contrario, China continental ha experimentado una fuerte desaceleración, y se ha agravado a lo largo del año a medida que el gasto interno disminuía debido a la falta de confianza de los consumidores y a la salida de turistas chinos a zonas cercanas y a Europa.
Europa, Medio Oriente y África
Europa muestra un crecimiento más fuerte, aunque normalizado, a lo largo de los trimestres, con una demanda sostenida por la afluencia turística, especialmente en las ciudades de primer nivel y en los centros turísticos del sur de Europa. En Reino Unido y el norte de Europa la afluencia de turistas de lujo ha estado limitada. Mientras, el panorama varía en Oriente Medio, donde las tensiones regionales afectan a la afluencia turística.
Los mercados emergentes representan nuevas vías potenciales de crecimiento -incluyendo América Latina, India, Sudeste Asiático y África- que en conjunto podrían sumar más de 50 millones de consumidores de clase media-alta para 2030.
Se espera que el mercado del lujo se enfrente a un contexto de ligera mejora durante 2025, aunque esto depende en gran medida de los escenarios macroeconómicos. De cara a 2030, Bain estima que es probable que el sector emprenda una trayectoria positiva a largo plazo, con una base de consumidores cada vez más accesible.
“Para asegurar el crecimiento futuro, las marcas tendrán que replantearse sus ecuaciones de lujo, restableciendo la creatividad y combinando las viejas y las nuevas reglas del juego” comentó Rapela.
El ejecutivo agregó que “esto incluye redescubrir su esencia y adoptar los pilares fundamentales de la industria: deseabilidad impulsada por la artesanía, la creatividad y los valores distintivos de la marca; conexiones y experiencias significativas, personalizadas y culturalmente resonantes para el cliente; y ejecución impecable habilitada por la tecnología, con la Inteligencia Artificial para desempeñar un papel primordial en la mayoría de las áreas de la propuesta de valor”.