La investigación, realizada en las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, mostró además que, a nivel general, solo el 14% de los habitantes del pueblo mapuche habla el mapudungun de manera fluida, en contraste con un 40% que usa exclusivamente el castellano en su vida cotidiana.
“Está en riesgo la continuidad de la lengua”. Así lo concluye un estudio realizado por el Instituto de Estudios Indígenas e Interculturales de Universidad de La Frontera, el cual reveló que no existen personas menores de 40 años que hablen fluido el mapudungun.
“El factor común es la ruptura o pérdida de transmisión en las últimas décadas”, indica Osvaldo Curaqueo, director del Instituto de Estudios Indígenas e Interculturales de UFRO. Las razones, a su juicio, son varias. Desde la migración a las ciudades hasta los procesos formativos monolingües del castellano en los colegios.
No obstante, a juicio del experto, uno de los principales factores ha sido “la discriminación exacerbada en generaciones anteriores, que hizo que padres y abuelos quisieran proteger a las y los niños, pasando al uso del castellano como lengua principal o única y así adecuarse a los contextos educativos y culturales, lo que trajo consigo que en un par de décadas se cortara la transmisión en la primera infancia”, indica.
El estudio, titulado “Medición del Estado de Lenguas Indígenas en el territorio Nacional”, se realizó en conjunto con investigadores del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas de la Universidad Católica y académicos de la Universidad Católica del Norte. En esa línea, abarcó cuatro regiones del sur de Chile: Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, donde se encuentra cerca del 43% de la población mapuche, de acuerdo al último Censo. Los participantes correspondieron a 440 personas de entre 15 y 81 años, quienes fueron entrevistadas durante marzo y abril de este año.
Del total de los encuestados solo el 14% de ellos habla el idioma de modo fluido, mientras el 40% utiliza exclusivamente el castellano en su vida cotidiana.
Los hablantes fluidos son principalmente adultos mayores, con un promedio de edad de 64 años y la gran mayoría (85%) vive en zonas rurales.
“Dado este panorama existe escasa posibilidad de transmisión y enseñanza de la lengua a generaciones más jóvenes. Esto refleja que las políticas actuales en torno a educación intercultural o educación intercultural bilingüe no han alcanzado un nivel de impacto sustancial en la revitalización de la lengua, ante lo cual como sociedad no podemos quedarnos impávidos”, expresa Curaqueo.
El desafío de la transmisión lingüística
A ojos del académico de UFRO, la tarea de lograr la transmisión y el aprendizaje del mapudungun en las nuevas generaciones debe contar con el compromiso de diversos actores: las organizaciones destinadas a la revitalización, los establecimientos educacionales, el Estado y también involucrar a los hablantes fluidos. “La experiencia internacional y de las organizaciones que tienen un impacto y resultado sustancial son las que trabajan en lo que se denomina como ‘nidos lingüísticos’, donde los niños y niñas se sumergen desde la primera infancia en programas de inmersión lingüística”, detalla el director del Instituto de Estudios Indígenas e Interculturales de UFRO.
Además, indica, “se debe avanzar en la generación de nuevos hablantes y que el uso de la lengua abarque diversos ámbitos y contextos de uso, no solo lo simbólico o ceremonial. Esto, mediante procesos de fortalecimiento de la institucionalidad y políticas públicas, a través de legislaciones específicas que pongan en valor y den estatus y prestigio a las lenguas originarias, fortaleciendo, a su vez, los procesos de enseñanza-aprendizaje”, afirma Curaqueo.
Asimismo, profundiza que “la lengua no solo tiene una función comunicacional de uso cotidiano. Es importante entender que las formas de comprender la cultura mapuche, sus elementos y la cosmovisión que explica la organización de la vida, el entorno, las relaciones sociales y políticas son plasmadas en las propias palabras y conceptos mapuche. Por ende, para hablar de la cultura mapuche faltan palabras en el diccionario castellano”.
Alcances del estudio
La investigación de la UFRO, que se enmarca en el Decenio Internacional de la Lenguas Indígenas y que fue mandatada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, a través de la Unidad de Coordinación de Asuntos Indígenas (UCAI), se realizó mediante la aplicación de dos instrumentos: una encuesta de contexto y una prueba de competencias lingüísticas. En el caso de la primera, contó con cerca de 40 preguntas distribuidas en cinco secciones: información demográfica; usos de la lengua; transmisión de la lengua; actitudes hacia la lengua; e información socioeconómica.
Mientras que en la prueba de competencias se evaluaron tres ámbitos: vocabulario, comprensión y producción. Por ejemplo, en el caso del primer aspecto se les presentaban a los participantes cinco palabras en español y debían decir cómo se pronunciaban en mapuzungun. Posteriormente, se les mostraba un set de cinco imágenes y los encuestados tenían que decir en lengua mapuche el objeto que se les estaba exponiendo.
Así, los resultados mostraron, en primer lugar, que de los hablantes fluidos un 57% corresponden a hombres y un 43% a mujeres. Pero, son las mujeres –principalmente las madres- quienes realizan el rol de la transmisión de la lengua, con una diferencia cercana a 10% con los hombres.
En esa línea, un 79% de quienes se consideran hablantes o comprenden el mapuzungun, declaran que aprendieron en su hogar. Lo que contrasta con la formación a través del sistema educativo, donde sólo un 4% menciona haber aprendido en esas instancias. “Era necesario identificar y conocer la situación actual para lograr tomar decisiones y avanzar en políticas públicas. Sin una medición exhaustiva, no podíamos saber qué estrategias elaborar de cara a los próximos años”, puntualiza Osvaldo Curaqueo, investigador UFRO.