Mientras que los vehículos híbridos enchufables están cancelando en promedio $2,1 millones extra por cada unidad que ingresa a nuestro país.
A septiembre de este año, los vehículos con tecnologías de cero y bajas emisiones, tales como híbridos (HEV), híbridos enchufables (PHEV) y eléctricos (BEV) están pagando aranceles en la llegada a nuestro país, siendo que Chile cuenta con una red de tratados de libre comercio que buscó eliminar dichos pagos.
Así, los autos eléctricos que llegan a Chile están pagando en promedio un millón ochocientos mil pesos en aranceles, por cada unidad vendida. El caso de los híbridos enchufables es igualmente sensible, con pagos que promedian los dos millones cien mil pesos por unidad. Por su parte, los modelos híbridos autorrecargables (convencionales) están pagando un millón de pesos a título de arancel.
En la vereda opuesta, la gran mayoría de modelos automotrices con motores de combustión interna, quedan sin pago de aranceles de internación.
En Chile, como regla general, la importación de productos automotrices está gravada con un arancel aduanero del 6% sobre el valor CIF. Sin embargo, gracias a los más de 30 acuerdos de libre comercio, la mayoría de los vehículos ingresan al país exentos de este impuesto. Esto ha posicionado a Chile como líder regional y mundial en la variedad de marcas y modelos disponibles en su mercado, con precios comparativamente menores a los de otros mercados que aplican tasas o aranceles superiores -en algunos casos- al 20 o 30%.
A pesar de este avance, los vehículos electrificados enfrentan barreras y los tratados de libre comercio no están ayudando a resolverlas. Estas nuevas tecnologías, impulsadas por la industria global para cumplir metas de descarbonización y exigentes regulaciones de eficiencia energética, a las que Chile se ha plegado en numerosos episodios, suelen ser fabricados con componentes provenientes de diversos países, como las baterías o los sistemas eléctricos de alto voltaje. Esta mixtura en los componentes dificulta que el automóvil con las certificaciones de origen exigidas por los tratados de libre comercio, dejándolos fuera de los beneficios de reducción arancelaria.
De acuerdo con los reportes aduaneros, hasta septiembre de este año se importaron cerca de 197.000 vehículos, de los cuales 13.000 correspondieron a unidades de cero y bajas emisiones. En total, estos vehículos de nuevas tecnologías pagaron 7 millones de dólares en aranceles aduaneros, representando el 40% del total recaudado (que asciende a 17 millones de dólares como monto recaudado por vehículos motorizados internados a Chile, pues existen otro tipo de automóviles que no quedan eximidos del arancel o que aplican tratados parciales, como es el caso de India), y ese elevado monto se cancela, a pesar de su baja participación en el mercado automotriz, no logrando superar el 6% de penetración.
La aplicación de este arancel va en yuxtaposición a las metas de Electromovilidad plena al año 2035 y carbono neutralidad para 2040, ampliamente difundidas por el Gobierno.
Políticas y soluciones adoptadas en otros países
En contraste, países como Costa Rica, Colombia y Brasil han implementado políticas públicas que eliminan o reducen unilateralmente los aranceles a vehículos electrificados. Estas políticas de Gobierno suelen ser, además, apoyadas por el Congreso y se traducen en una Ley clara y efectiva.
Esto ha redundado en una mayor participación de mercado para estos vehículos electrificados, alcanzando cifras superiores al 30% en Costa Rica, más del 20% en Colombia y un 8% en Brasil.
En todos los mercados que han avanzado en electromovilidad, también se ha eliminado o permitido aprovechar el crédito fiscal por IVA en la adquisición de este tipo de vehículos, entendiendo que existe una ventaja fiscal al ahorrar el consumo energético que supondría conducir esos vehículos con motores equivalentes a combustión interna, además de la mejora medioambiental por las menores emisiones de Co2 y otros gases contaminantes.
En Chile, esta participación apenas llega al 6%, mientras que en países líderes en electrificación, como Noruega, se ha eliminado completamente el arancel a este tipo de tecnologías.
Ejemplos
Curioso es el caso de las unidades de Nissan Leaf, vehículo 100% eléctrico y que se comercializa hace años en el país, el cual proviene de Inglaterra y no se acoge al acuerdo comercial que Chile posee con el país pagando un 6% de arancel.
Por otro lado, ocurre algo similar con la Toyota RAV4 híbrido que proviene de Japón y que a pesar de Chile tener acuerdos con dicho país, este modelo no se acoge al beneficio de reducción arancelaria.
En 2024, Toyota Chile decidió dejar de vender la versión bencinera del Corolla, que es el modelo más exitoso de su line up. En reemplazo solo dejó la versión híbrida, que viene de Brasil y también paga arancel, siendo hoy el modelo híbrido más vendido de Chile.
“En nuestro caso logramos casi duplicar la venta de cero y bajas emisiones en el primer semestre de 2024 respecto de 2023, debido a las decisiones comerciales que hemos tomado en el marco de nuestra estrategia de carbono neutralidad. Sin embargo, vemos que este crecimiento podría ser mucho mayor si se diseñan incentivos para aumentar la competitividad del segmento, como medidas tributarias y rebajas arancelarias”, indicó Claudio Isgut Gerente de Asuntos Corporativos & ESG de Toyota Chile.
No existe Ley en Chile
A pesar de que el Congreso cuenta con diversas mociones o propuestas de ley para promover la electromovilidad, y se reconoce transversalmente la necesidad de apoyar esta transición a las nuevas tecnologías de movilidad, no ha habido mención a la posibilidad de eliminar unilateralmente el pago de estos aranceles. Tampoco ha habido indicaciones por parte del Ejecutivo en tal sentido.
Consultada la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), señalaron que desde que se lanzó su estrategia de “Movilidad Sostenible”, se han reunido con distintos ministerios para abordar este punto y que debiesen ser incumbentes en esta materia, entre ellos, Transportes, Hacienda, de Relaciones Exteriores y Energía, siendo éste último el que más ha intentado abordar este asunto en su Estrategia Nacional de Electromovilidad. Con todo, ha quedado pendiente una respuesta efectiva de parte de ellos. Asimismo, en ANAC sostienen que impulsarán nuevamente la adopción de una medida conducente a eliminar aranceles a vehículos electrificados de toda clase, ya que Chile ha asumido exigentes metas de eficiencia energética, y el pago de aranceles va en abierta oposición a la promoción de dichas tecnologías más eficientes.
“Este año se ha visto una oferta creciente de modelos eléctricos, híbridos, híbridos enchufables, en parte por cumplir con la ley de eficiencia energética, pero también para dar un impulso a la estrategia de electromovilidad, y la gran mayoría de esos modelos están pagando aranceles que son un recargo para el cliente que compra ese vehículo”, dijo Gustavo Hunter, jefe del departamento de movilidad sostenible en ANAC. La oferta ha crecido hasta 49 marcas y 131 modelos eléctricos e híbridos enchufables este año, casi duplicando lo existente el año pasado. En modelos no enchufables, como son los híbridos autorrecargables, hay 24 marcas y 65 modelos presentes en Chile. “Esperamos ver una oferta creciente, pero sería una gran noticia avanzar en la eliminación de aranceles unilateralmente como país, pues en Colombia resultó bien y en México también ha permitido abrir el mercado a estas tecnologías”, señaló Diego Mendoza, secretario general del gremio automotriz ANAC.