INVERTIR EN LAS PERSONAS: UNA DECISIÓN QUE TRANSFORMA A LAS EMPRESAS

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Invertir en las personas: una decisión que transforma a las empresas

Por: Gisselle Olguin, Gerente Personas Logros Servicios Financieros, organización originaria de Talca que, durante más de 3 décadas ha jugado un rol fundamental en el crecimiento de más de 25 mil Pymes a lo largo de todo el país. 

Siempre he creído que las empresas que triunfan son aquellas que entienden que su mayor recurso no son las máquinas ni las tecnologías, sino las personas. Invertir en la capacitación del personal no es un gasto, es una de las decisiones más inteligentes que una organización puede tomar. En mi experiencia, esta inversión no solo maximiza la productividad, sino que también disminuye los errores, impulsa la adaptación al cambio y fortalece la competitividad en un mercado que no deja de moverse.

Invertir en la capacitación de tu personal no es sólo una estrategia de crecimiento, es una inversión en el futuro de la empresa. Cuando un equipo está bien formado, cada colaborador aporta un valor agregado que se refleja directamente en los resultados. Además, el entrenamiento continuo fortalece la capacidad de enfrentar los desafíos que plantea un entorno en constante cambio, como el que esperamos en Chile en los próximos años.

Un punto clave de la capacitación es su impacto en la productividad. Formar a los equipos en habilidades técnicas avanzadas, en el uso de nuevas tecnologías o en metodologías ágiles permite que las tareas se realicen más rápido y con mayor precisión. Además, enseñar a tomar decisiones informadas mejora la eficiencia operativa y evita perder recursos en errores evitables. En palabras simples, un equipo capacitado logra mejores resultados con el mismo esfuerzo.

Otro beneficio significativo es la reducción de errores y costos operativos. Los errores en procesos críticos pueden ser costosos y, en ocasiones, provocar sanciones o pérdidas irreparables. Capacitar a los colaboradores en normativas y seguridad disminuye riesgos y garantiza un cumplimiento efectivo. Más allá de proteger a la empresa, esto también genera un entorno de trabajo más seguro y confiable para todos.

Hoy, las tecnologías evolucionan a un ritmo vertiginoso, y aquí es donde entra en juego la adaptación tecnológica. No basta con invertir en herramientas digitales si nadie sabe cómo usarlas. La capacitación permite que los sistemas ERP, las plataformas RPA y otros recursos tecnológicos se aprovechen al máximo. Esto no solo optimiza la operación, sino que asegura un retorno efectivo de las inversiones tecnológicas.

Pero no todo es productividad y tecnología. La capacitación también fomenta la innovación y la mejora continua. Un equipo formado en metodologías ágiles, como Lean Management o Design Thinking, es capaz de detectar oportunidades para optimizar procesos, reducir costos y eliminar actividades innecesarias. Y esto, a largo plazo, se traduce en una cultura organizacional más proactiva y creativa.

Otro aspecto que siempre destaco es la retención del talento. Hoy en día, atraer y mantener a buenos colaboradores es un desafío constante. Cuando una empresa ofrece capacitación, está invirtiendo en el desarrollo profesional de su gente, lo que aumenta la satisfacción laboral y reduce la rotación. Además, preparar al talento interno para ocupar posiciones estratégicas resulta más eficiente y económico que buscarlo externamente.

Por último, no podemos ignorar la importancia de preparar a los equipos para gestionar el cambio. La resiliencia y las habilidades blandas son tan fundamentales como las técnicas. En un mundo volátil e incierto, las empresas que capacitan a sus colaboradores para enfrentar estos desafíos son las que logran adaptarse sin sacrificar su eficiencia.

En conclusión, la capacitación del personal es una estrategia que transforma empresas desde su núcleo. Impacta en la productividad, reduce costos, fomenta la innovación y mejora la retención del talento. No es una decisión opcional, es una necesidad para asegurar la sostenibilidad y competitividad en un mercado desafiante. Al final del día, un equipo capacitado no solo hace mejor su trabajo: también impulsa a la empresa a crecer y alcanzar su verdadero potencial.