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Uno de los indicadores económicos más importantes a la hora de medir la economía de un país son los salarios reales y Chile, a pesar de que ha crecido poco, sigue siendo uno de los países con los mejores salarios del continente sudamericano. En este último trimestre del año se registró un alza en el salario real de un 4.1%, lo que puede significar que los trabajadores están ganando más en la actualidad que hace relativamente poco, lo cual es una buena noticia.
Esto, por supuesto, significa que el trabajador promedio está recibiendo un salario más alto que el sueldo mínimo, y que estos ingresos han crecido en lugar de reducirse. En términos nominales, es decir, en números puros, los salarios han crecido 8.5% en promedio, alcanzando los $6668, con un alza interanual del 9.2% y con respecto a noviembre de 2024, el salario creció un 1.8%. Al ajustarse dichos porcentajes con la inflación se obtiene el resultado real del 4.1%, que es lo que realmente ha crecido el poder adquisitivo de los chilenos.
En general, la suba en los salarios ha mejorado las expectativas de los chilenos que hacen vida laboral en distintas empresas, tanto del sector público como del privado, esto ha posibilitado que los chilenos y extranjeros que trabajan en el país tengan acceso a mayor variedad de bienes y servicios, lo cual nunca puede ser negativo, desde compras personales y familiares hasta servicios online como Netflix, además de casas de apuestas y casinos online con ruleta, los cuales son cada vez más populares en el país.
Por otro lado, sin embargo, el costo laboral también se ha incrementado, en un 8.7%, entre carga impositiva y salarios netos. Por otro lado, también se estima que las ganancias de los empleadores han crecido significativamente, motivo por el cual es posible el aumento progresivo del salario en el país.
La República de Chile vivió un crecimiento del 2.3% durante el tercer trimestre de 2024 y, aunque no se han conocido las cifras de crecimiento durante el cuarto trimestre, se espera que el resultado sea similar. Esto quiere decir que, a pesar de que el incremento del PIB continúa históricamente estancado, el país ha logrado mejorar con respecto a años anteriores, haciendo especial énfasis en los años inmediatamente posteriores a la pandemia de Covid-19.
Esto se ha reflejado también en el crecimiento de las inversiones extranjeras y nacionales, haciendo especial énfasis en el desarrollo tecnológico y minero, siendo estas junto con el sector servicios, los mayores generadores de empleos desde el año 2022. Una de las soluciones a la crisis actual que mantiene a Chile fuera de la ruta del crecimiento que mantenía en décadas pasadas, es la industrialización y el aprovechamiento de los recursos naturales, una receta que podría ayudar a que los salarios crezcan incluso más rápido, así como atraer mayores inversiones al país, generando al mismo tiempo más y mejores puestos de trabajo, siempre y cuando se apliquen normas que protejan la biodiversidad y el medio ambiente.
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