Por Diego González, CEO de Defontana
De acuerdo con Gartner, en los próximos tres años el 33% de las aplicaciones de software empresarial incluirá IA Agéntica, una de las formas de inteligencia artificial más avanzadas disponibles en la actualidad. Esta tecnología va mucho más allá de la automatización de procesos tradicional: no solo es capaz de ejecutar tareas complejas y tomar decisiones, sino que también puede adaptarse a situaciones cambiantes en tiempo real, todo de forma completamente autónoma.
A diferencia de los sistemas convencionales que se limitan a seguir instrucciones predefinidas, la IA Agéntica puede completar tareas sin necesidad de nueva programación. En sectores como retail, banca, SaaS y ecommerce, por ejemplo, puede asistir y responder de forma inmediata, escalar problemas según su complejidad y procesar devoluciones, entre otras funciones. Sin embargo, lo más valioso es su capacidad de aprender continuamente de estas interacciones.
Para las empresas, esta tecnología puede generar un impacto tremendamente positivo cuando se aplica con propósito y estrategia clara. Entre sus principales ventajas se encuentran tiempos de respuesta más rápidos, mayor escalabilidad, mejor conocimiento y manejo de datos, reducción de costos operativos y mayor satisfacción tanto de clientes internos como externos.
Las aplicaciones de esta IA se extienden a múltiples áreas: equipos de ventas y comerciales, gestión de la cadena de suministro, programación, control de inventarios, atención al cliente, recursos humanos, detección de fraude financiero, ciberseguridad y gestión de servicios TIC, entre muchas otras.
Sin duda, se trata de una tecnología con potencial transformador para las industrias, precisamente gracias a su capacidad para colaborar, adaptarse y razonar. Su fortaleza radica en sintetizar información de diversas fuentes, gestionar tareas complejas y aprender de las interacciones para optimizar continuamente el desempeño y la productividad.
No obstante, es importante recordar que no se trata de una herramienta mágica, sino de un complemento que debe tener un foco claro para potenciar el trabajo y desempeño de las personas. Los equipos humanos siguen siendo fundamentales para asegurar que las decisiones basadas en IA estén alineadas con los objetivos estratégicos del negocio. Por esta razón, resulta crucial que los colaboradores se capaciten no solo para conocer y trabajar junto a la IA, sino también para garantizar su uso ético y responsable.