Clave para una conectividad confiable en tiempos de riesgo

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claveLa fibra óptica se ha convertido en la columna vertebral de la conectividad en Chile, con un crecimiento de más del 70% en su despliegue según la Subsecretaría de Telecomunicaciones.

Junto con la expansión de la fibra óptica, también aumentan los riesgos para esta infraestructura crítica, tanto por errores técnicos en su instalación, correcta mantención, como por ataques físicos y robos, que han crecido más del 85% en los últimos años, de acuerdo con cifras del sector.

Frente a este escenario, la empresa chilena Transworld y Grandway, destacan las claves para una instalación profesional, segura y duradera de redes de fibra óptica.

Desde la correcta certificación reflectométrica con equipos OTDR, hasta la higiene óptica y el diseño de redes redundantes, el encuentro fue una instancia para reforzar una cultura de buenas prácticas en un sector cada vez más estratégico.

“La higiene en la manipulación de fibras ópticas es la diferencia entre una red confiable y una llena de interrupciones. El costo de una limpieza preventiva es mínimo comparado con el impacto de una red caída por un conector contaminado”, explicó Claudio Vásquez, technical supporter de Grandway.

Uno de los focos fue la certificación reflectométrica, proceso que garantiza que la instalación cumple con los estándares internacionales y que toda la red está operativa.

Para ello, se utiliza el OTDR (Reflectómetro Óptico en el Dominio del Tiempo), herramienta que permite detectar con precisión problemas como pérdidas por empalmes o daños físicos en el tendido.

“Una sola partícula de polvo puede generar una pérdida de señal significativa o interferencias inesperadas. Más del 80% de los problemas de red se deben a conectores sucios o mal manipulados”, agrega Cristofer Velásquez, product manager de conectividad y fibra óptica de Transworld.

Factores externos: una amenaza silenciosa para la estabilidad de las redes

Pero no solo las fallas técnicas amenazan a las redes. También existen factores externos que pueden comprometer la continuidad del servicio.

El robo de cables y los ataques físicos a la infraestructura han afectado seriamente a redes de fibra óptica, a pesar de que este cable no tiene valor de reventa como el cobre.

En muchos casos, los delincuentes cortan sin saber qué tipo de cable están manipulando, o se generan interrupciones por accidentes vehiculares o actos de vandalismo.

“Los impactos de estos ataques pueden traducirse en costos para todos. Para los usuarios, en alzas tarifarias; y para empresas, en pérdidas operacionales graves, especialmente en sectores críticos como salud o finanzas”, señaló Vicente Fernández, gerente comercial de Transworld.

Ante esta realidad, una de las soluciones más recomendadas es el diseño de redes híbridas, que combinan diferentes tecnologías físicas (fibra, cobre) e inalámbricas (enlaces punto a punto o backbone) para ofrecer redundancia y asegurar la continuidad del servicio ante una interrupción.

Además, se propone instalar sistemas de monitoreo, como sensores perimetrales o cámaras, así como software de alerta que detecten incidencias en tiempo real.

“El diseño inteligente de redes no solo previene caídas de servicio, sino que optimiza el mantenimiento y la respuesta ante fallos”, explicó Fernández.

La demanda por conectividad de alta velocidad seguirá creciendo, por lo que la calidad del cableado debe ir acompañada de protocolos estrictos de instalación, mantenimiento y protección.

La combinación de tecnologías, la capacitación constante de técnicos, y la incorporación de una cultura de prevención y cuidado, son esenciales para garantizar la continuidad de los servicios en un país cada vez más digitalizado.