Vivimos en la era del “skincare”. Inundados por tutoriales en redes sociales que prometen una “piel de cristal”, los consumidores han adoptado arsenales de productos con potentes activos: retinoides, ácidos exfoliantes (AHA/BHA) y peelings caseros. La búsqueda de la perfección inmediata ha traído consigo una consecuencia inesperada: una epidemia de barreras cutáneas comprometidas.
Dermatólogos reportan un aumento explosivo de casos de piel sensibilizada, enrojecida, con parches secos, descamación y una incapacidad para tolerar productos que antes eran inofensivos. El “guardián” natural de nuestra piel está en crisis, y la solución no es más exfoliación, sino reparación.
Pensemos en la capa más externa de la piel como un muro de ladrillos. Las células (ladrillos) están unidas por lípidos (cemento). Este muro tiene dos funciones vitales: mantener la hidratación dentro y mantener a los agresores (contaminación, bacterias, alérgenos) fuera.
“La sobreexfoliación y el uso indebido de activos potentes disuelven ese ‘cemento'”, explica una químico farmacéutica especialista en dermocosmética. “El resultado es un muro poroso. La piel pierde agua, se deshidrata, y cualquier cosa la irrita. Es el origen de la sensibilidad moderna”.
Este daño no solo es estético; es un problema de salud cutánea. Una barrera comprometida es la puerta de entrada a la inflamación y a una mayor reactividad.
Cuando la piel está dañada, no basta con una crema hidratante convencional. Se necesita crear un entorno óptimo para que la piel pueda ejecutar sus propios mecanismos de reparación de forma acelerada y protegida. Aquí es donde la dermociencia, con productos como Cicaplast, ha revolucionado el cuidado de la piel.
Cicaplast no es una crema hidratante; es un bálsamo reparador multifunción. Su éxito global no es casualidad, sino el resultado de una fórmula diseñada para actuar en tres frentes simultáneos para “rescatar” la piel:
El fenómeno Cicaplast explotó precisamente porque sus usos trascienden la irritación por retinol. Se ha convertido en el producto indispensable en el botiquín de millones de hogares por su versatilidad:
En un mundo que nos empuja a “quitar” capas de piel para brillar, la verdadera innovación reside en saber cómo “repararlas”. La confianza en fórmulas probadas clínicamente es esencial. Por eso, adquirir estos productos a través de canales farmacéuticos confiables, como Farmex.cl, garantiza que el consumidor reciba la calidad y la seguridad dermatológica que su piel necesita para recuperarse.
Importante: Este reportaje es de carácter informativo y no sustituye la opinión de un dermatólogo. Consulte a un profesional de la salud ante cualquier duda sobre su piel.
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