48% de los reclutadores capta talento en LinkedIn: Randstad analiza por qué un perfil desactualizado te resta oportunidades
Lo que comenzó como un portal para buscar empleo, hoy se ha transformado en el gran escenario del mundo laboral.
Con más de 1.200 millones de usuarios en todo el mundo, LinkedIn se consolida como la plataforma líder para conectar talento, compartir conocimiento y construir reputación profesional.

De acuerdo con Randstad, la compañía de talento líder a nivel global. LinkedIn ha pasado de ser un simple currículum digital a convertirse en una vitrina de cultura. También de aprendizaje y conexión.
Donde tanto las personas como las empresas pueden proyectar su identidad y propósito.
“El rol de esta red social se redefinió. Pasó de ser un catálogo de perfiles a ser un termómetro de la cultura corporativa. Vemos una explosión del employee advocacy, donde los colaboradores son los verdaderos validadores de las acciones que realizan las compañías. Cada vez que un trabajador comparte su experiencia, no sólo construye su credibilidad. Se convierte en el vocero más potente de la marca empleadora”, señaló Miguel Capurro, director de Capital Humano para Randstad Argentina, Chile y Uruguay.
Del currículum a la conversación: un cambio de paradigma
Aunque los portales de empleo siguen siendo un canal relevante de reclutamiento, LinkedIn gana terreno cada año. Ya se posiciona entre los tres métodos más efectivos para atraer candidatos.
En un entorno laboral cada vez más competitivo y digital, trabajar la marca personal se ha vuelto un paso esencial para cualquier profesional. Esto, sin importar su nivel o especialidad.
Mantener un perfil actualizado, con publicaciones relevantes y frecuentes y una red activa, no sólo mejora las oportunidades laborales. También aumenta la visibilidad ante reclutadores y líderes de la industria, proyectando profesionalismo y proactividad.
El costo de la ausencia: ¿Qué oportunidades se pierden?
Más que los beneficios de estar presente, desde Randstad analizan el costo de la omisión.
No participar activamente en la red profesional más grande del mundo implica.
– Quedar fuera del radar del reclutador. Con casi la mitad de los reclutadores (48%) usando la plataforma para hunting, un profesional sin perfil es invisible para una gran porción del mercado de oportunidades, incluso cuando no hay búsqueda activa.
– Perder competitividad. Cada minuto, tres personas son contratadas mediante LinkedIn. No estar en la plataforma es autoexcluirse del flujo de contrataciones más dinámico y globalizado, quedando relegado a métodos de postulación tradicionales.
– Proyectar desactualización. Un perfil incompleto, sin foto profesional o con información desfasada genera desconfianza. Funciona como una “tarjeta de presentación” que comunica falta de digitalización y de interés en el propio desarrollo.
– Aislamiento profesional y obsolescencia. La plataforma no es solo para buscar trabajo, sino para acceder a tendencias de la industria, capacitación (LinkedIn Learning) y networking global. Estar ausente es renunciar a esa red de conocimiento, facilitando la obsolescencia de habilidades.
Esta red social no es solo una herramienta de búsqueda, sino un reflejo de cómo evoluciona el trabajo en la era digital: colaborativo, visible y global. Hoy, la reputación profesional no depende solo del desempeño interno, sino de la capacidad para proyectar ese valor en esta red.
“LinkedIn demuestra ser una herramienta indispensable para los jóvenes profesionales y el público general. Mantener una cuenta activa, con información completa, una foto adecuada y contribuciones periódicas, proyecta confianza y visibilidad. Estar en LinkedIn te permite surfear las olas del cambio laboral: seas directivo o recién egresado, tu perfil actualizado te conecta con oportunidades, tendencias y aliados que fortalecen tu carrera”, concluye Miguel Capurro.




