El crecimiento de una empresa no solo significa expandir sus operaciones. Sino también enfrentar nuevos riesgos.
Especialistas del sector coinciden en que en este proceso se vuelve necesario revisar si las pólizas contratadas responden a la complejidad que adquiere la compañía con el tiempo.
Cuando una empresa comienza sus funciones, se enfrenta a diferentes riesgos.
Por ejemplo, según un informe de la Cámara de Comercio de Santiago del 2024, los componentes financiero y laboral fueron los riesgos con mayor alza en el país.
Según explica Lucas Behncke, placement de la corredora de seguros Viento Sur. Si una compañía cambia o amplía su giro, debe gestionar su póliza según las nuevas actividades que desarrolle.
“Las pólizas tienen límites definidos en UF. Si un camión tiene un valor asegurado específico, la compañía no pagará más que ese monto. Lo mismo ocurre en responsabilidad civil. Los límites deben crecer al mismo ritmo que la empresa. Ya que no es comparable el riesgo de una pyme con el de un supermercado o una gran industria”, indicó Behncke.
Si es de transporte, debe tener un seguro de carga. Si pertenece al sector de flota o reparto, debe contar con un seguro de vehículo.
Mientras que, si es de la industria de fábricas o bodegas, un seguro de incendio, robo y riesgos catastróficos como terremotos o sismos se consideran entre las coberturas básicas.
Sin embargo, a medida que la empresa crece, también lo hace su complejidad. Es en ese punto donde se deben implementar seguros más avanzados, como.
· Cyber seguro, para proteger datos, bases de información y continuidad operacional.
· Cubrir actos de directores y gerentes que puedan afectar el patrimonio de la empresa. Se utilizan Seguro D&O.
· Seguros de terrorismo o incluso de secuestro y extorsión, dependiendo del nivel de exposición.
De acuerdo con el ejecutivo, cada empresa, según su tamaño, ubicación y actividad, debe contar con un conjunto de coberturas alineadas a sus riesgos reales.
Cuando las empresas crecen de infraestructura, personal o servicios, siguen teniendo los mismos riesgos; sin embargo, la magnitud de la exposición cambia. Para los especialistas, la clave está en ajustar las coberturas al crecimiento.
“Se debe trabajar con pólizas que se adapten exactamente a la actividad de la organización. Además, se tiene que implementar un lenguaje común que permita entender claramente lo que se está contratando”, sostuvo el ejecutivo de Viento Sur.
El crecimiento de una compañía suele generar una mayor exposición a riesgos operativos, financieros y digitales. En ese contexto, la revisión periódica de las coberturas se vuelve habitual entre empresas que quieren mantener su continuidad operativa a lo largo de los años.
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