El aumento del comercio electrónico, los altos niveles de inventario y la presión por cumplir plazos cada vez más acotados. Convierten a diciembre en el principal desafío operativo del año para el retail. La logística y la última milla se consolidan como factores estratégicos para la competitividad del sector.
Durante diciembre, el volumen de envíos puede aumentar hasta en un 50%. Transformando a la logística en un factor clave para absorber picos de demanda. Proteger márgenes y cumplir las promesas de entrega en el cierre del año.
El desafío no es menor. Tras un periodo con proyecciones de consumo más optimistas que la demanda real. Muchas empresas enfrentan niveles de inventario superiores a los deseados. Lo que ha presionado financieramente a las compañías y congestionado los centros de distribución y bodegas.
En este escenario, la Navidad se convierte en una instancia crítica para ordenar inventarios y recuperar eficiencia operativa. Al mismo tiempo que se deben absorber picos de demanda en plazos extremadamente acotados.
Lo que implicaría un crecimiento anual cercano al 10%. Este dinamismo refuerza la presión sobre las operaciones logísticas. Donde la puntualidad y la experiencia del cliente se han vuelto factores determinantes para la reputación de las marcas.
“Hoy la logística dejó de ser un área de soporte y se convirtió en un componente estratégico del desempeño comercial. En periodos de alta demanda como la Navidad, la capacidad de planificar, reaccionar en tiempo real. Y cumplir con las promesas de entrega marca la diferencia”, señala Nicolás Kunstmann. Director Comercial y Cofounder de Drivin, empresa que ofrece un software de sistema de gestión de transporte (TMS).
A diferencia de años anteriores, el sector muestra mayores niveles de preparación. Impulsados por una aceleración en la digitalización de la logística, especialmente en la última milla.
Soluciones tecnológicas como los sistemas de gestión de transporte permiten optimizar rutas. Ajustar la operación minuto a minuto. Y coordinar capacidades con transportistas solo cuando es necesario, evitando sobrecostos y pérdidas de eficiencia.
Con un consumidor cada vez más digital y exigente, la Navidad se consolida como el verdadero termómetro logístico del retail chileno. En este periodo, la capacidad de cumplir a tiempo no solo define el resultado de la temporada. Sino que impacta directamente en la confianza del cliente y en la competitividad de las empresas.
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