Marta Meza, líder de Aseguramiento de Calidad de ITQ latam
A nivel mundial, la fuerza de trabajo para las mujeres se aproxima al 49%, en cambio el de los hombres es de 75%, por lo tanto, aún existe una gran brecha. En Chile, los números no son mucho más alentadores: para las mujeres es de 50.6% y los hombres es de 74.4%, según información entregada por la OIT (Organización Internacional de Trabajo).
A pesar de que en Latinoamérica hemos tenido incluso Presidentas de la República, seguimos teniendo discriminación laboral. Por ejemplo, la escasez de mujeres en mecánica de autos o a nivel informático, es evidente.
Sin embargo, en Chile se está avanzando en estos temas y produciendo cambios muy importantes en este nivel, como protocolos contra el acoso laboral, de protección frente al acoso sexual y planes para la inclusión laboral del género femenino, entre otros, lo cual es muy alentador para las nuevas generaciones.
Asimismo, vemos con especial atención, el mejoramiento de las áreas de Servicio, por ejemplo, en el área TI, gracias a la inclusión femenina. Las mujeres son un tremendo aporte para esas áreas, ya que son ordenadas, estructuradas, más empáticas, suelen estar más orientadas a las personas y generalmente son multitareas (pueden hacer varias cosas a la vez). Eso es muy necesario cuando se tienen varios clientes con distintas necesidades urgentes que deben ser solucionadas con la mayor celeridad posible, permitiendo así que los clientes perciban preocupación por la solución a sus requerimientos y necesidades a nivel de negocio, obteniendo como resultado un cliente fidelizado y con un alto grado de satisfacción.
No obstante, aún quedan desafíos que enfrentar, como lo es la construcción de equipos equitativos, generando así sinergia con los conocimientos parecidos y diferentes, produciendo innovación para entregar soluciones desde diferentes perspectivas.
Asimismo, otro reto pendiente es superar la brecha salarial en este ámbito. Según información entregada por el Ministerio de la Mujer, la brecha salarial el 2019 era de un 28,1%. Esto quiere decir que por cada $100 pesos que gana un hombre, una mujer recibe solo $71,9 pesos.
Sin duda, hemos avanzado, pero aún nos queda camino por recorrer y mejorar. Esta no es solo responsabilidad de los gobiernos de turno, sino también a nivel de las empresas y la sociedad toda, de manera transversal.