Desde mediados del siglo pasado, con el auge de las apuestas en Estados Unidos, la industria de los casinos ha demostrado ser de gran provecho para el desarrollo económico de los países que la fomentan. No solo a causa del pago de tributos que estas empresas hacen al estado, sino porque los salones de juego significan un foco de atracción para visitantes, tanto nacionales como extranjeros.
Son diversos los casos que respaldan estas afirmaciones —Montecarlo, Las Vegas y Macao son los más emblemáticos—. Y es que gente de todas las épocas se ha visto atraída por la posibilidad de hacer envites y divertirse en estos lujosos recintos. Además, los casinos más prestigiosos suelen estar acompañados de hoteles, restaurantes, bares y otras fuentes de entretenimiento para adultos.
En las siguientes líneas analizaremos a fondo el impacto de los casinos y salas de juego en la economía de diversas regiones y su contribución al sector turístico. También revisaremos cómo se han enfrentado a la aparición de los sitios de juegos en línea como League of Slots Chile.
La transformación de Las Vegas en la capital del juego, foco turístico de Norteamérica
Uno de los ejemplos más evidentes de cómo la industria de los casinos ha impulsado el crecimiento turístico de una localidad, lo encontramos en Las Vegas. Arrancaba la década de 1930 y los Estados Unidos, así como muchos otros países, se encontraban en medio de la Gran Depresión.
La falta de empleo y la crisis económica generalizada no daba tregua a los comerciantes y a los trabajadores de diversos sectores. Entonces, en 1931, se legalizó el juego en Nevada, sin imaginar que significaría un cambio definitivo en la economía de este estado y en la manera en que el mundo percibiría Las Vegas en adelante.
A partir de esta fecha se comenzaron a otorgar licencias a casinos y hoteles y repentinamente todos querían ir a visitar la ciudad. Desde los más adinerados de otros estados hasta los trabajadores de la construcción locales se sintieron tentados por la posibilidad de jugar una partida de póker, o desafiar a su suerte en las ruletas y tragamonedas.
Así fue como Las Vegas llegó a convertirse en “la capital del pecado” y una de las principales ciudades en lo referente a oferta de juegos en el mundo. Hoy más de 400 locales de juegos y hoteles hacen vida allí, representando una fuente de empleo para miles de personas e impulsando a industrias relacionadas como los restaurantes, el transporte terrestre y aéreo, etc.
Macao, la meca moderna del juego
Si consideramos los ideales conservadores de la sociedad china y los sumamos a las estrictas leyes que restringen los envites y locales nocturnos en este país, resulta extraño pensar que alberga una de las ciudades más ricas y visitadas del mundo gracias a los casinos. La clave está en que, desde 1999, Macao dejó de ser colonia portuguesa para operar como una región administrativa especial al sur de China, conservando modos de vida occidentales y un modelo económico capitalista.
Esta circunstancia, aunada a su ubicación estratégica —de fácil acceso para visitantes de toda Asia y el Medio Oriente— han hecho que proliferen los casinos en el siglo XXI. Varios de los más lujosos recintos de juego existentes hoy están en Macao. En este caso, la región tiene a su favor el hecho de que es uno de los pocos lugares de Asia donde las apuestas son legales, atrayendo a los más ricos de todo el continente, e incluso a muchos de lugares más lejanos.
Al igual que ocurrió en Las Vegas desde décadas antes, los casinos significan el principal motivo por el que los visitantes llegan hoy en día a Macao, dando un empuje económico a la ciudad que, sin ellos, no existiría. Y no solo atraen a los turistas que viajan por placer, sino también a los inversores, quienes año tras año ponen sus fortunas en los negocios ya existentes o bien se animan a formar nuevas alianzas y fundar sus propios establecimientos.
En resumidas cuentas, es un sector que mueve cantidades casi incontables de dinero año tras año y representa una gran fuente de ingresos para la localidad.
Tal como ha ocurrido con los casos antes citados, las apuestas y juegos son un atractivo turístico fundamental para diversos lugares, promoviendo la creación de infraestructura, generando empleo y otorgando reconocimiento mundial.
El futuro de los casinos presenciales, ¿cederán terreno a los sitios online?
Hoy en día los casinos no son un lugar exclusivo para los más adinerados. Cualquiera puede jugar a la ruleta, las cartas o las tragamonedas desde su teléfono móvil, aún con un presupuesto limitado. Y es que los casinos en línea llegaron para cambiar la forma en que las personas se acercan a los envites y juegos de azar.
Ante esta alternativa vale preguntarse si la visita a casinos presenciales estaría quedando en el pasado. De momento, la respuesta es no. Aunque muchos aficionados al juego pasan su tiempo libre en páginas web de apuestas, el acudir a casinos físicos sigue siendo excitante y entretenido para quienes pueden hacerlo. Resulta que la emoción y el glamour de entrar a un casino tangible aún no ha podido ser reemplazada por los juegos en línea. Por este motivo, año tras año, miles de viajeros siguen acudiendo a destinos donde los casinos son protagonistas.
