La huella de carbono es un indicador clave en la lucha contra el cambio climático. Paola Basaure explica cómo Transelec se somete a esta medición para mantener su compromiso con la sostenibilidad.

La huella de carbono es una herramienta fundamental para medir el impacto de las actividades humanas sobre el cambio climático, permitiendo cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en términos de CO2 equivalentes. 

Este indicador se aplica a personas y organizaciones, pero también a productos, eventos y regiones geográficas con el objetivo de identificar las principales fuentes de emisiones para implementar mejoras y optimizar el uso de recursos.

En ese sentido, desde los procesos hasta las políticas internas y lineamientos transversales de Estado, las empresas adoptan diferentes enfoques para avanzar en sostenibilidad. Chile, por ejemplo, avanza en su compromiso con la descarbonización, trabajando para reducir su dependencia de los combustibles fósiles y aumentar la participación de energías renovables en la matriz energética. 

Paola Basaure Barros, vicepresidenta de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Transelec, la principal empresa de transmisión eléctrica del país, afirma que “para alcanzar estas metas, es fundamental impulsar nuevos proyectos de transmisión que faciliten la integración de energías renovables como la solar y eólica, cuyos recursos son abundantes”.

Para las mediciones y reducción de huella de carbono, estos proyectos, además de contribuir a esta reducción de emisiones, también fortalecerán la seguridad energética y diversificarán la matriz eléctrica nacional.

Huella de carbono en el sector transmisión

Existen distintos enfoques para calcular la huella de carbono, adaptados a diferentes contextos. En el ámbito de las empresas y del sector energía, se aplican los enfoques:

• Enfoque Corporativo: Evalúa las emisiones de una organización durante un periodo determinado. 

Se divide en tres alcances: emisiones directas (Alcance 1), emisiones indirectas por consumo energético (Alcance 2) y otras emisiones indirectas (Alcance 3). Este enfoque se utiliza para reportes corporativos y gestión de sostenibilidad, siguiendo estándares como el GHG Protocol y la norma ISO 14064.

• Enfoque específico por Industria: Calcula las emisiones de sectores productivos particulares, promoviendo la optimización de procesos y el uso eficiente de materias primas.

El manejo de Transelec 

En el sector de transmisión, las empresas se deben someter a rigurosos controles. Desde 2022, la medición de la huella de carbono comenzó a incorporar categorías adicionales en el Alcance 3, optimizando progresivamente los datos en el proceso. 

Paola Basaure explica que en el caso de Transelec, por ejemplo, en 2022 se incluyó aproximadamente el 50% de los bienes adquiridos en los cálculos, mientras que para 2023 se consideró el total de los bienes.

Además, se incluyeron datos de actividad obtenidos tanto de las operaciones como del desarrollo de proyectos a través de los contratistas de la empresa. 

Según Basaure, “estamos en un proceso continuo de mejora para fortalecer la calidad de los datos de actividad utilizados, con el objetivo de alinearnos con los principios establecidos por la metodología GHG Protocol” explica.

Esto, comenta Paola Basaure, permitirá tomar decisiones basadas en datos confiables y mejorar la gestión de los indicadores. Además, se incluyen las emisiones derivadas de las pérdidas eléctricas (Alcance 2) relacionadas con la transmisión y distribución de la matriz energética del país, aunque no estén bajo el control directo de la empresa.

El proceso para el Sello de Cuantificación de Transelec

En 2023, la empresa participó por primera vez en el proceso para obtener el Sello de Cuantificación del Programa HuellaChile, liderado por el Ministerio del Medio Ambiente. En 2024, Transelec nuevamente logró obtener esta certificación que demuestra su compromiso con el planeta.

La verificación, realizada por una entidad externa acreditada por el programa, permitió la obtención del Sello de Cuantificación en el 2022, permitiendo que la empresa postule anualmente a este reconocimiento, asegurando la verificación externa de su huella para mantener un proceso de mejora continua.

En 2023, no se implementaron proyectos de reducción de emisiones, ya que la compañía ha centrado sus esfuerzos en fortalecer la línea base de emisiones actuales y preparar proyecciones futuras. 

Basaure comenta que “actualmente, se está desarrollando un plan de acción para la gestión del carbono, que incluye la adopción de estándares globales como los objetivos basados en la ciencia y recomendaciones de otros organismos internacionales”.

El ciclo de gestión de la huella de carbono incluye el análisis del estado inicial, la cuantificación de las emisiones, el análisis de riesgos y oportunidades, la creación de un plan de mitigación, y la comunicación de los resultados. 

Las empresas como Transelec pueden optar por reducir directamente sus emisiones o compensarlas a través de la compra de bonos de carbono. Es fundamental que este proceso sea transparente, es por ello el rol activo de Paola Basaure en el relacionamiento comunitario y el fortalecimiento de instancias de diálogo y confianza.

La huella de carbono no solo permite a las empresas y personas conocer su impacto ambiental, también las capacita para tomar medidas efectivas hacia la sostenibilidad y la reducción de emisiones, contribuyendo así al combate del cambio climático.