Obesidad y alergias en aumento: el impacto invisible de los excesos de fin de año en perros y gatos

A medida que avanzan las celebraciones de fin de año y comienzan las vacaciones, las mascotas enfrentan un fenómeno silencioso pero creciente. El desorden alimentario.

Sobras, snacks altos en grasa, alimentos navideños y premios fuera de horario están impulsando un aumento sostenido en la obesidad. También en las alergias alimentarias y los trastornos digestivos. Tanto, en perros como gatos.

Según Diego Rugeles, médico veterinario especialista en nutrición animal y gerente técnico de POEMA®, diciembre y enero son los meses donde más se rompe la rutina nutricional.

“Lo que para la familia es un gesto de cariño, para el animal puede significar inflamación, alergias o incluso pancreatitis. El exceso de comida humana afecta directamente su salud”, explica.

La obesidad es una de las consecuencias más evidentes, pero no la única.

Los alimentos ricos en grasa y condimentos alteran la microbiota, debilitan la barrera cutánea y desencadenan alergias en animales predispuestos.

Esto ha llevado a un aumento de consultas por dermatitis, picazón y malestares digestivos durante el verano. Justo después de las celebraciones.

Las vacaciones también juegan un rol importante.

Cambios de horario, viajes, estrés y dietas improvisadas generan trastornos digestivos. Se manifiestan con diarreas, vómitos o pérdida de energía. Rugeles señala que cada verano se observa un alza de estos cuadros. Principalmente, asociados a desórdenes alimentarios y al calor propio de la temporada.

“Una buena nutrición se basa en la constancia, no solo en un buen alimento”, enfatiza el profesional.

“Cuando una mascota recibe comidas nuevas, grasosas o no diseñadas para ella, el organismo reacciona con inflamación. Prevenir es siempre más fácil y más seguro que tratar”, agrega.

El llamado que hace especialista es que, así como las personas cuidan sus propios excesos, también deben moderarse los excesos alimentarios en las mascotas.